¡De pena ajena! Dos directivos mexicanos fueron suspendidos 5 años por la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), luego de que la Federación de Costa Rica los denunciara y se comprobara su responsabilidad junto con la de otro tico en el amaño de partidos en la Liga de Ascenso de aquel país.
La Comisión Disciplinaria de la Federación de Costa Rica tomó la determinación de alejar 5 años de toda actividad futbolística a los dos directivos mexicanos suspendidos, así como al costarricense, aunque determinó que “la conducta sancionable no la realizó la organización Asociación Deportiva Municipal Turrialba. Sin embargo, se le objeta a su dirigencia y fiscalía haber sido muy permisiva y omisa en los deberes de prevención y alerta en temas de manipulación de partidos”.
Así se descubrió el amaño de partidos
De acuerdo con la investigación realizada en Costa Rica y a una denuncia publicada por el diario La Nación, los directivos mexicanos suspendidos habrían ofrecido a ocho de los jugadores del plantel dinero a cambio de perder un partido el pasado 10 de febrero por un marcador específico, algo que los futbolistas no aceptaron y hasta expresaron su molestia por lo que, para salir del paso, desde el club señalaron que se había tratado de una “prueba de confianza”.
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Tras lo ocurrido en la Asociación Deportiva Municipal Turrialba, equipo de la Liga de Ascenso (Segunda División) de Costa Rica, los jugadores realizaron la denuncia mediante una aplicación de la organización de futbolistas FIFPro para evidenciar irregularidades. El tema escaló rápidamente, hasta llegar a la resolución emitida por la FCRF.
Los directivos mexicanos suspendidos 5 años
Se trata de los mexicanos Ernesto de la Torre y Enrique Valencia, dirigente y entrenador, así como José Rolando Pereira, presidente costarricense del club Asociación Deportiva Municipal Turrialba, quienes estuvieron involucrados en los hechos ocurridos en febrero pasado.
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Enrique Valencia y Ernesto de la Torre se habían integrado al equipo costarricense el día anterior como parte de un convenio entre el club y una empresa, cuyo caso posteriormente fue remitido por la FIFA a la Oficialía de Integridad de Costa Rica, la cual realizó la investigación correspondiente y recopiló testimonios de los involucrados. Las personas sancionadas tienen tres días hábiles para apelar la resolución.