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Es necesaria la capacitación constante para evitar la discriminación laboral por edad

Importante ayudar a esta población a superar los estereotipos negativos asociados con la edad.

Es necesaria la capacitación constante para evitar la discriminación laboral por edad
Es necesaria la capacitación constante para evitar la discriminación laboral por edadCréditos: Pexels
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Ante la limitante de empleo que enfrentan las personas de mayor edad por una percepción errónea sobre la capacidad y productividad, la capacitación constante, es una manera importante para combatir el edadismo, de manera que permite abrir puertas y caminos a mejores oportunidades de empleabilidad.

Aseguró Carlos Nevárez, director de proyección profesional en Tecmilenio, quien destacó que la actualización permite a los profesionales mayores adquirir nuevas habilidades y conocimientos que les permita mantenerse actualizados y competitivos en el mercado laboral.

Además, puede ayudar a esta población a superar los estereotipos negativos asociados con la edad, demostrando que la capacidad de aprender y de adaptarse a los cambios no está delimitada por cuántos años se tiene.

Cabe señalar que de acuerdo con el estudio “Estrategias para combatir el edadismo” de la Universidad de La Rijoa, las personas trabajadoras mayores que cuentan con algún programa académico de actualización tuvieron más probabilidades de permanecer empleadas y de recibir aumentos salariales que aquellas que no tomaron algún curso o taller de actualización.

En México, al igual que en otras partes del mundo, la empleabilidad está vinculada a la capacidad de adaptación a la transformación digital. La educación no solo actualiza habilidades tradicionales, también introduce competencias que son demandadas por el mercado actual.

Datos del INEGI revelan que entre mayor edad tiene un profesional, menos oportunidades tiene de conseguir un empleo. Entre los 25 y 44 años, el 51.1?% de las personas ocupadas tiene un trabajo formal; entre los 45 y los 65 años, esta proporción disminuye a un 45.5 %; después de los 65 años, cae a un 24.8 %.