La labor periodística volvió a ser obstaculizada este domingo, cuando un reportero local fue agredido con empujones y prepotencia por elementos de la Policía Municipal de Seyé, mientras cubría la volcadura de una de sus unidades oficiales.
De acuerdo con testigos, los uniformados intentaron impedir que se documentara el accidente, ocurrido mientras la patrulla se dirigía presuntamente a atender un llamado de auxilio en una comisaría. En el trayecto, el vehículo oficial se encontró de frente con otro automóvil; ambos conductores maniobraron para evitar el choque, pero la peor parte la llevó la unidad policial, que terminó volcada.
Al lugar acudió el propio director de la corporación municipal, quien no ofreció declaración alguna sobre lo sucedido. Hasta el momento, el Ayuntamiento, encabezado por la alcaldesa Wendy Cauich, no ha emitido postura respecto a la agresión contra la prensa ni sobre el accidente de sus oficiales.
El hecho no solo pone en entredicho el actuar de los elementos municipales, sino que también abre de nuevo el debate sobre la capacitación de los cuerpos de seguridad:
¿Están realmente preparados los policías municipales para brindar protección a la ciudadanía?
¿Qué esperan las autoridades para garantizar un servicio policial más profesional y respetuoso de los derechos humanos?
La falta de pronunciamiento oficial mantiene abierta la incógnita sobre si la presidenta municipal está al tanto de la forma en que sus oficiales se conducen y qué medidas se tomarán para evitar que se repitan este tipo de incidentes.