Las y los ejidatarios del municipio de Ucú continúan en la lucha contra el despojo de 3 mil hectáreas de tierras. Desde hace más de dos meses, las y los campesinos mayas denunciaron que la maquinaria pesada que trabaja en el megaproyecto del Tren Maya que será de cargas empezó a talar los árboles de sus predios.
Aseguraron que se está cometiendo un ecocidio, que han intentado dialogar con el personal de la empresa Tren Maya o al menos con los que se identifican como tales, pero no tienen éxito; el desmonte continúa.
En la zona también hay dos aguadas naturales que sirven a la fauna, es decir, a los animales que viven en los montes para sobrevivir y beber agua. Además también vestigios arqueológicos que no han sido ni documentados y salvaguardados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
El ejido de Ucú pide la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría del Medioambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para frenar el ecocidio.
