El viernes 30 de agosto de 2024, Garfio Garfield Duffy Crocodile, un perrito de la raza chow chow murió en el “Spa Canino y Felino, Marcos Rubio”. Acudió a un servicio de baño y no tenía problemas de salud. El can falleció víctima de negligencia. A un año, el responsable fue imputado y vinculado por el delito de crueldad animal.
Montserrat Ayuso, la tutora de Garfio, recordó que ese día a su mascota se le realizó la autopsia fuera de la estética. En entrevista, opinó que urge regular el servicio de las estéticas veterinarias y urge se creen protocolos para evitar este tipo de negligencia que acabó con la vida del can.
“La juez decidió que había muchas pruebas y es un paso en sí, esperemos que en la próxima audiencia nos vaya bien. Juntarémos los testimoniales del delito de crueldad animal, queremos justicia por Garfield. Me siento bien y feliz en este momento”, acotó.
Según determinó el Servicio Médico Forense, a Garfio , el presunto responsable, Marcos Rubio le aplicó mayor presión de la debida en la correa con la que lo tenía sujetado, provocándole la muerte por asfixia mecánica por estrangulamiento.
“He visto comentarios que dicen que sí un perro vale más que uno humano, pero no va para allá porque debe haber justicia para todos”, apuntó.