Negrito, un perrito mestizo que vivía en la calle, en Piedra de Agua en el municipio de Umán, el 29 de marzo fue atacado por J.A.A., le cortó la patita con un machete. A más de un año y medio, el agresor fue sentenciado a 10 meses de cárcel y pagar una multa para cubrir los gastos veterinarios del can.
Ese día, Negrito no estaba haciendo nada, se encontraba descansando bajo la sombra de un árbol en la calle frente a la que vivía su agresor. J.A.A. fue encontrado del delito de crueldad animal agravada. No solo generó una discapacidad al perrito, también disminuyó su expectativa de vida.
Silvia Cortés, fundadora del albergue para perros y gatos, más grande de Yucatán, y además, activista contra la crueldad animal, denunció la violencia contra Negrito. Se encuentra satisfecha con la sentencia porque tuvieron que trabajar con el anterior marco legal, en el que la penas privativas de la libertad son menores.
“Estábamos súper dispuestos al juicio oral, pero era su derecho informarle al agresor que no había pruebas en su defensa. Se dio cuenta que no tendría oportunidad y optó por el juicio abreviado y la sentencia quedó en 10 meses. El agresor hizo el reembolso a la asociación civil de rehabilitación y los honorarios de la asesoría jurídica de la que hicimos uso, en total 46 mil 800 aproximadamente”, declaró.
El abogado René Ramírez llevó el caso de Negrito y para él está sentencia marca un precedente en los derechos de los animales en materia de bienestar animal. Es decir, al igual que las personas a vivir una vida libre de violencia.
Además, de la pena de cárcel de 10 meses y de pagar la multa económica, el agresor no podrá tener mascotas en el futuro, y quedará asentada su falta en los antecedentes penales.
