POLICÍA

Menores y embarazadas no deben viajar en el asiento delantero: un llamado a la conciencia en Yucatán

En Yucatán, cada vez es más común observar a menores de edad e incluso mujeres embarazadas viajando en el asiento delantero de los vehículos, una práctica que representa un grave riesgo para su seguridad.

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En Yucatán, cada vez es más común observar a menores de edad e incluso mujeres embarazadas viajando en el asiento delantero de los vehículos, una práctica que representa un grave riesgo para su seguridad. Aunque algunos padres consideran que “no pasa nada” o que es más cómodo tener a sus hijos cerca mientras conducen, la realidad es que esta acción puede tener consecuencias fatales.

¿Por qué los menores no deben ir adelante?

Los expertos en seguridad vial advierten que los niños, debido a su tamaño y peso, no cuentan con la protección adecuada en caso de un accidente cuando viajan en el asiento delantero. Los cinturones de seguridad están diseñados para adultos, lo que significa que en un impacto pueden causar lesiones graves en el cuello, el tórax o la cabeza de un menor.

Además, el sistema de bolsas de aire (airbags), pensado para proteger a personas de mayor estatura, puede convertirse en un peligro mortal para los niños al activarse con una fuerza que supera lo que su cuerpo puede resistir.

Riesgos para mujeres embarazadas

En el caso de las mujeres embarazadas, viajar en el asiento delantero aumenta el riesgo de que, en una colisión, la presión del cinturón de seguridad o la bolsa de aire afecte directamente al abdomen, poniendo en peligro tanto a la madre como al bebé. La recomendación de especialistas médicos y autoridades viales es que siempre viajen en el asiento trasero y con el cinturón colocado correctamente.

Cómo hacer conciencia en los padres

En muchos municipios de Yucatán, la falta de cultura vial y el exceso de confianza son factores que llevan a los padres a permitir que sus hijos viajen en el asiento delantero. Para revertir esta situación es necesario:
    1.    Campañas de sensibilización: Explicar con ejemplos claros y testimonios reales los riesgos que implica.
    2.    Información en escuelas y centros de salud: Que los padres reciban charlas sobre seguridad vial en espacios comunitarios.
    3.    Mayor vigilancia y sanciones: Aplicar de manera estricta los reglamentos de tránsito que ya prohíben esta práctica.
    4.    Dar el ejemplo: Los adultos deben ser los primeros en cumplir y mostrar que la seguridad de los hijos está por encima de la comodidad o la costumbre.

Un cambio necesario en Yucatán

Mientras no exista conciencia real sobre la importancia de viajar seguros, los accidentes seguirán cobrando vidas que se pudieron salvar con una decisión tan sencilla como ubicar a los menores y a las embarazadas en los asientos traseros. No se trata de una regla sin sentido, sino de una medida comprobada que marca la diferencia entre la vida y la muerte.

En Yucatán, donde los accidentes de tránsito son una de las principales causas de lesiones graves y muertes, urge que los padres asuman su responsabilidad y entiendan que proteger a los más vulnerables es una obligación, no una opción.