El proyecto Santa María rescató a “Limón” y a “Gomita”, dos loros que presentaban lesiones químicas en la cabeza. Los traficantes usaron sustancias para decolorar sus plumas y teñirlas de amarillo.
Los ambientalistas señalaron que esta práctica busca engañar a compradores y hacerles creer que adquieren loros cabeza amarilla (Amazona oratrix), especie con alto valor en el mercado negro. Esta ave se encuentra en peligro de extinción.
Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el uso de químicos provoca dolor, úlceras en la piel y las córneas, y puede dejar ciegas a las aves. Muchas no soportan el daño y mueren.
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Los loros rescatados son “Limón”, un loro cachetes amarillos, y “Gomita”, un perico pecho sucio. “Gomita” también tiene una lesión en la pata. Ambos permanecen en rehabilitación.
El equipo de Santa María denunció que el uso de químicos para modificar plumas ocurre con frecuencia en otras regiones. Sin embargo, esta práctica empieza a observarse cada vez más en Yucatán.
Los loros cabeza amarilla destacan por su habilidad para imitar la voz humana. Esto aumenta el interés de los traficantes y eleva el riesgo para la especie.
El artículo 420 del Código Penal Federal sanciona con multas y cárcel a quienes capturen, compren o vendan ejemplares de especies protegidas. La ley también castiga el transporte y la posesión ilegal.
El proyecto Santa María mantiene vigilancia para evitar más casos. Además, fomenta la denuncia ciudadana para frenar el comercio ilegal de aves en el estado.
La organización pide no adquirir animales silvestres. Sugiere reportar cualquier venta irregular a las autoridades.