Mérida, Yuc., 2 julio 2025.– Elegir una hamaca en Yucatán no es una compra cualquiera, es una tradición profundamente enraizada en la cultura local. Considerada símbolo de descanso y arte textil, la hamaca yucateca se ha convertido en una pieza infaltable tanto en hogares como en hoteles y centros turísticos. Para los yucatecos, saber comprar una hamaca es casi una ciencia, y aquí comparten sus mejores recomendaciones.
De acuerdo con artesanos de municipios como Tixkokob, Muna y Tahdziú, el primer aspecto a considerar es el material. Las hamacas de algodón son las preferidas para uso en interiores por su suavidad y frescura, mientras que las de nylon o henequén son ideales para exteriores debido a su resistencia a la intemperie.
Otro punto clave es el tejido. Las hamacas deben tener una malla tupida pero flexible, que permita adaptarse al cuerpo sin apretar. “Si al estirarla se ve transparente o muy floja, es señal de que no durará mucho”, comentó Rosa Dzib, artesana de Tixkokob.
En cuanto al tamaño, los yucatecos recomiendan adquirir hamacas matrimoniales o king size, especialmente si se busca comodidad o se piensa compartir. Las más pequeñas suelen tensarse demasiado y no brindan el mismo descanso.
Un consejo común es probar la hamaca antes de comprarla. Debe colgarse con buena caída sin tocar el suelo, pero sin quedar completamente rígida. Además, los compradores experimentados revisan las puntadas en los brazos o cabos, ya que son las zonas de mayor desgaste. “Una hamaca buena se nota en los cabos: si están trenzados a mano, duran años”, afirman los productores.
Aunque las hamacas de colores llamativos pueden llamar la atención, los expertos recomiendan prestar atención al origen. Las hechas a mano suelen tener combinaciones más sutiles o tradicionales, mientras que las de producción industrial a veces sacrifican calidad por volumen.
Finalmente, los yucatecos advierten que una hamaca artesanal de calidad difícilmente cuesta menos de 800 pesos. “Si la ves muy barata, probablemente no es tejida a mano o fue hecha en condiciones injustas”, señalan.
Además de buscar calidad, comprar hamacas artesanales es una forma de impulsar la economía local y preservar una tradición que ha pasado de generación en generación.
