Chichén Itzá es uno de los sitios arqueológicos más impresionantes de México y del mundo. Etimológicamente, su nombre Chi-ch’en Itzá significa “la ciudad al borde del pozo de los Itzáes”, una referencia directa a los cenotes sagrados que fueron fundamentales para esta antigua civilización.
Reconocida como una de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo Moderno desde 2007 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Chichén Itzá destaca por su arquitectura maya avanzada, su profundo simbolismo cultural y su dominio de las matemáticas y la astronomía.
Uno de sus mayores atractivos es la pirámide de Kukulkán, donde durante los equinoccios se produce el famoso fenómeno del “descenso de la serpiente”, resultado de alineaciones astronómicas precisas que evidencian el conocimiento científico de los mayas. A esto se suma el Gran Juego de Pelota, uno de los más grandes y mejor conservados de Mesoamérica.
Ingeniería y acústica sorprendentes
El sitio también asombra por su acústica. Al aplaudir frente a la pirámide, el eco que se genera simula el canto del quetzal, ave sagrada para los mayas, demostrando el alto nivel de ingeniería y planificación del lugar.
Legado maya vivo
Chichén Itzá es una ventana a una de las civilizaciones más sofisticadas de Mesoamérica. Los mayas destacaron en matemáticas incluyendo el uso del número cero, agricultura, arquitectura y construcción, dejando un legado invaluable que hoy pertenece no solo a México, sino al mundo entero.
Horarios de visita
El sitio arqueológico está abierto de lunes a domingo, de 08:00 a 16:00 horas.
Cómo llegar y dónde hospedarse
Base ideal: Valladolid es el pueblo más cercano y cómodo para visitar Chichén Itzá, con opciones económicas de transporte local como los colectivos.
Desde Mérida: El autobús ADO y el automóvil son las principales opciones; el coche es más rápido, mientras que el autobús resulta más económico.
Desde Cancún o Playa del Carmen: ADO y tours organizados son las alternativas más comunes; rentar un auto ofrece mayor flexibilidad para el recorrido.
Chichén Itzá continúa atrayendo a millones de visitantes cada año, consolidándose como un tesoro cultural y un testimonio eterno del ingenio y la grandeza de la civilización maya.
