El Centro Histórico de Mérida es uno de los tesoros más representativos de la capital yucateca, un espacio donde el pasado y el presente conviven de manera única. Su origen se remonta al 6 de enero de 1542, cuando Francisco de Montejo “el Mozo” fundó la ciudad sobre el antiguo asentamiento maya de T’Hó, trazando un plan urbano característico del siglo XVI en forma de “tablero de ajedrez” o damero.
El corazón de esta traza es la Plaza Grande, punto de convergencia de calles rectas que organizan la vida social, política y cultural de la ciudad desde hace casi cinco siglos.
En 1982, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) declaró el Centro Histórico de Mérida como Patrimonio de la Nación, reconociendo el valor de su conjunto arquitectónico, con edificios que datan de los siglos XVI al XIX, así como de sus plazas y parques que son testimonio vivo de la evolución de la sociedad yucateca.
Actualmente, el Centro Histórico no solo preserva su grandeza colonial, sino que también late con un dinamismo contemporáneo: restaurantes, hoteles boutique, cafeterías y la rehabilitación de casonas para uso residencial lo han convertido en un espacio donde la tradición y la modernidad se entrelazan, manteniéndolo como el corazón cultural y geográfico de la ciudad.
El Centro Histórico de Mérida no es solo un lugar para admirar, es un sitio para vivir, recorrer y descubrir en cada visita.
