La designación del templo principal de La Luz del Mundo como patrimonio cultural de Jalisco ha desatado fuertes críticas de sobrevivientes y organizaciones. En entrevista con Pamela Cerdeira para MVS Noticias, Sochil Martín y Franco Pedro, víctimas de la organización religiosa, denunciaron que el reconocimiento "blanquea" un lugar vinculado a graves delitos. "Es amargo: aquí hubo abusos sexuales a menores y violencia sistemática, casos aún bajo investigación en tres países", afirmó Martín con indignación.
Los sobrevivientes cuestionaron la decisión del gobierno estatal, señalando una aparente complicidad institucional. "No se puede premiar con patrimonio cultural lo que fue escenario de crímenes", sostuvo Pedro, mientras Martín agregó: "Es incomprensible tanta corrupción en una ciudad que debería proteger a las víctimas". Las declaraciones ocurren mientras la secta enfrenta procesos legales internacionales por tráfico de personas y abuso sexual.
El polémico reconocimiento reabre el debate sobre la impunidad de grupos religiosos en México y la necesidad de priorizar justicia sobre intereses políticos. Mientras autoridades defienden el valor arquitectónico del inmueble, las víctimas exigen que prevalezca la memoria histórica de los delitos cometidos entre sus muros.