Tras más de 8 horas de una discusión empañada por insultos, descalificaciones y algunos comentarios imprudentes, el Senado de la República avaló, con modificaciones, la minuta de la Cámara de Diputados que amplía hasta 2028 la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública.
Con el apoyo de senadores del PRI y PRD, Morena logró construir la mayoría calificada para sacar adelante -de panzazo- una nueva propuesta de dictamen, que fue avalada con 87 votos a favor y 40 en contra (dos votos más de los requeridos para reunir la mayoría calificada).
Los cambios realizados a la minuta original contemplan propuestas impulsadas por la oposición para establecer mecanismos de control parlamentario, como la presentación de informes semestrales a una comisión conformada por diputados y senadores, que podrá citar a comparecer a los integrantes del gabinete de seguridad.
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De igual forma, se estableció un fondo permanente de apoyo a las entidades federativas y municipios destinado al fortalecimiento de sus instituciones de seguridad pública, a partir del ejercicio fiscal 2023, el cual podrá nutrirse incluso con recursos decomisados al crimen organizado.
A pesar de las modificaciones realizadas, la mayoría de los legisladores de oposición manifestaron su rechazo al proyecto, aferrándose “con uñas y dientes” a la posibilidad de que no fuera aprobado.
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Durante la discusión, varios legisladores recurrieron a los argumentos, pero otros al insulto, dejando el nivel de debate rebajado al mínimo. En este tenor, la senadora por el PAN, Lilly Téllez, encendió el debate al asegurar que en Morena votarían “como hienas”.
Las palabras de Lilly Téllez no cayeron nada bien en la bancada de Morena, cuyos legisladores reviraron con ofensas personales, como las vertidas por la senadora Rocío Abreu, que habló de “ligerezas” e incluso recomendó practicarle el antidoping a la panista.
A pesar de los reclamos de los morenistas, Lilly Téllez se negó a retractarse de sus palabras e incluso fue encarada por la senadora Lucía Trasviña, quien se abalanzó a la tribuna y tuvo que ser retirada por sus compañeras de bancada.
Poco después, el senador por Morena, Félix Salgado Macedonio, abrió un nuevo frente al cuestionar a la priista Claudia Ruiz Massieu por su voto en contra del dictamen, refiriéndose al asesinato de su padre, José Francisco Ruiz Massieu.
Con la voz entrecortada, Claudia Ruiz Massieu rechazó los señalamientos sobre su familia y aclaró que nadie quiere que México siga sumido en la inseguridad y en la violencia, pero advirtió que se requiere de policías civiles, fuertes, bien pagadas y capacitadas.
Una vez que se serenaron los ánimos, algunos senadores del PRI y PRD anticiparon su voto a favor del dictamen, argumentando que el nuevo proyecto es mucho mejor que la minuta enviada desde San Lázaro.
Ante esta situación, el coordinador de los senadores del PAN, Julen Rementería del Puerto, denunció que algunos legisladores de la oposición fueron presionados y que incluso el gobierno federal ofreció dinero a cambio de votos.
La minuta, respaldada por dos de los tres senadores del PRD y nueve de los trece senadores del PRI, se devolvió con modificaciones a la Cámara de Diputados, donde deberá recibir el aval correspondiente.