Todo se imaginaba Michelle Figueroa, una médica de 28 años, menos que por una falla viviría “momentos de movimiento, oscuridad y terror, literalmente terror” al caer 12 pisos en un ascensor en Nueva Córdoba, en Argentina, donde estuvo atrapada durante 45 minutos hasta que finalmente llegaron a rescatarla.
Para buscar un pedido, la médica salteña que vive en el duodécimo piso tomó el ascensor, cuando de repente éste comenzó a fallar de manera violenta para luego desplomarse 12 pisos en un edificio ubicado en Chacabuco al 600, según relató la propia Figueroa al canal eltrece, al que dijo que ese era apenas el inició su trayecto, del que contra todo pronóstico solo sufrió lesiones leves.
No se le detectaron lesiones graves en el hospital
Al llegar al edificio la médica ya había sido retirada por vecinos y, afortunadamente, “no hubo mayores daños ni lesiones”, afirmaron fuentes del Departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR), que tras el rescate del ascensor que cayó 12 pisos trasladaron a la médica a un hospital para una evaluación completa. Sufrió dolores en el tobillo, rodilla, cadera y columna, aunque no se detectaron lesiones graves. Ella continúa utilizando otros dos ascensores del edificio, siempre acompañada por su madre o su novio, quienes viajaron desde Salta al enterarse del accidente.
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Así fue la caída de 12 pisos en un ascensor
“En la pantalla aparecía el número de piso 12, 11, 10, nueve, hasta que en un momento empiezo a sentir una velocidad mucho más rápida, empiezan a temblar las paredes, los espejos, el techo”, hasta que finalmente el viaje terminó cuando “se sintió un golpe muy fuerte, se corrieron los espejos, se rompió el techo, se rompió por todos lados el ascensor. Me golpeé. Estoy acostada, esperando que lleguen los bomberos, la policía, los técnicos, alguien para sacarme. No sé qué hacer, no sé a quién llamar”, afirma desesperada en un video que subió a TikTok.
Y cómo no, si el caos era total: “Yo soy médica, pero cuando le pasa a uno… se le nubla la mente. Solamente estoy acostada, inmovilizada, intentando no mover mucho lumbar y rodillas, que es lo que más me duele. No tengo señal”, añadió mientras los vecinos, alertados por el estruendo y los gritos, intentaban abrir la puerta sin éxito, sin saber que el elevador podía sufrir otra caída.
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Así rescataron finalmente a la médica
“Temblaba de pánico. Pensé que podía haberme lesionado gravemente o que el ascensor volvería a caer antes de que alguien supiera que estaba ahí”, afirmó, aunque finalmente, tras 45 minutos, logró ser rescatada: “Me sacaron… No sé qué pasó. Lo único que sé es lo que vivía ahí adentro: movimiento, oscuridad y terror, literalmente terror”.