La proliferación y escaso control de armas en Estados Unidos volvió a quedar expuesto, luego de que un niño fuera filmado caminando por las calles de Cleveland con una pistola en la mano, en un video que ha provocado distintas reacciones y desaprobaciones en redes sociales hasta volverse viral.
Aparentemente sin supervisión adulta, afuera de una casa y caminando por una acera de un vecindario de Cleveland, nadie se podría imaginar ver caminando a un niño con una pistola en sus manos, pero sí, así fue levantando de nuevo el debate respecto a la proliferación y poco control de armas que existe en Estados Unidos.
Un video que ha dejado en shock a muchos
En las publicaciones compartidas en X y pese a que no se conoce el origen real de este video viral, se señala que el suceso habría ocurrido en una calle de Ohio, en Cleveland, Estados Unidos, donde por la fuerte impresión que genera ver a un niño tan pequeño con una pistola entre sus manos, las imágenes han causado shock, reavivando el debate del uso y control de armas en el vecino país del norte.
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Con muchos cuestionándose ante la ausencia de información si es o no una construcción por Inteligencia Artificial (IA), todo parece indicar que las imágenes son reales, aunque con muchos usuarios afirmando que la pistola que sostiene el niño es muy probable que sea de juguete, pues un arma de fuego del calibre mostrado en el video no podría ser manipulada con tal facilidad por un pequeño de tan temprana edad.
Así fue captado el niño con una pistola en Cleveland
El pequeño, vestido con una playera gris que le queda grande, aparece en el video de menos de quince segundos con las dos manos sobre una pistola negra que contrasta con su chupón azul chillante. El niño se pone de frente a la persona que lo está grabando a unos metros de distancia y luego se da media vuelta para dar unos pasos y volver a girar sobre su eje.
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Un adulto pregunta qué está pasando con el niño
Ah, pero eso no es todo, pues una vez más gira para tomar el camino por la acera de regreso a su casa, intentando correr con el arma aún en sus manos con cierta destreza y termina antes de que el pequeño ingrese al domicilio, cuando se alcanza a escuchar a un adulto decir: “¿Qué está pasando?”. No es posible descifrar si dichas palabras las dice la persona que graba o alguien más allá de los límites de la grabación.