En mayo de 2015, Luisito Comunica se encontró con un personaje que rápidamente se volvió viral: un hombre en situación de calle que se hacía llamar “El Rey del After”. Sus ocurrencias llamaron la atención de miles de personas en internet, convirtiendo ese encuentro en un video que millones vieron y comentaron.
Diez años después, Luisito decidió volver a grabar a Óscar, pero esta vez la historia era muy distinta. El hombre que antes pasaba de fiesta en fiesta ahora tiene una vida dedicada a una causa completamente diferente, actualmente ha rescatado perros y les ha dado un hogar, mostrando que la transformación personal es posible incluso después de años de desafíos.
Óscar "Rey del after" y su nueva vida
Óscar recuerda que sus días como “Rey del After” fueron muy duros, llenos de noches difíciles y decisiones que poco a poco lo fueron afectando tanto física como emocionalmente. Confiesa que en ese tiempo no se daba cuenta de que tenía un problema serio con el alcohol, y que su vida se fue desmoronando sin que él pudiera frenarlo. Para él, admitir que el alcoholismo es una enfermedad fue un punto clave para empezar a cambiar.
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Hoy me doy cuenta que estaba en estado de inconsciencia, desconocía que el alcoholismo es una enfermedad.
Hoy, con dos años y medio sin beber, Óscar siente que ha recuperado parte de su vida que había perdido. Cada día es un esfuerzo consciente por mantenerse firme y enfocarse en su bienestar. Lo que antes eran noches de excesos, ahora son momentos para crecer, aprender y planear un futuro que antes parecía imposible.
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También habla de cómo sus amigos, familiares y la gente que lo conocía fueron testigos de su deterioro. Reconoce que su pasado fue un camino muy complicado, pero usar esa experiencia como lección le ha permitido encontrar fuerza y motivación para no volver atrás. Ahora su historia no solo habla de lo que sufrió, sino también de lo que ha logrado reconstruir.
Sobreviví porque pasé experiencia muy horrible. La verdad, hoy tengo dos años y medio limpio, y quién iba a pensar, que yo ahora que admito mi impotencia ante el alcohol, puedo decir que con el vaso en la mano torcí mi vida, mi mente. Hoy por hoy sigo luchando con todo el corazón para mi propio proyecto.
El momento que lo hizo despertar
Óscar cuenta que durante años caminaba por la calle sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor. La gente se acercaba para pedirle fotos o saludarlo, pero él apenas podía responder. Hoy revisa videos de ese tiempo y siente incomodidad al ver cómo se comportaba, consciente de que desperdició gran parte de su vida. Fue un encuentro con unos niños lo que lo hizo abrir los ojos y replantearse su camino.
Ese día específico, al recibir la petición de una foto de los pequeños, comprendió que no podía seguir siendo un ejemplo negativo. Se dio cuenta de que debía cambiar por completo su estilo de vida, porque los años de alcohol y descuido habían marcado un rumbo del que necesitaba salir. Desde ese momento, decidió tomar control y empezar un proceso de transformación profunda.
Dejar el alcohol no fue sencillo para Óscar, reconoce que pedir ayuda fue indispensable. Tuvo que admitir que estaba en un punto crítico y aceptar acompañamiento profesional y de su círculo cercano. Sin ese soporte, asegura que habría sido imposible avanzar, ya que enfrentar la adicción en soledad solo conduce a retrocesos y frustración.
De "Rey del after" con Luisito Comunica a rescatar perros
Óscar recuerda cuando encontró a su perrito Rufus en la avenida Álvaro Obregón. El perro andaba perdido y empezó a seguirlo, mostrando una inteligencia y sensibilidad que lo conmovieron al instante. Decidió cuidarlo mientras buscaba a sus dueños, y finalmente Rufus fue reconocido y regresó a su familia, dejando a Óscar con la satisfacción de haber ayudado a una buena mascota a volver a casa.
La historia se repitió con Román, un perro que vivía con un grupo problemático y sufría constantes peleas. Óscar se acercó y poco a poco el animal comenzó a confiar en él. Adoptarlo fue también un proceso de sanación para ambos, ya que mientras Óscar superaba su propio pasado, Román también dejaba atrás los malos tratos y comenzaba a disfrutar de un hogar seguro.
Al principio, el perro tenía nombres como “El asesino” o “Fiestas”, sin embargo, decidió llamarlo Román, buscando darle una identidad más amable y digna. Para él, rescatar a estos animales no solo es ayudarlos físicamente, sino entenderlos, compartir tiempo con ellos y darles la oportunidad de una vida diferente, lejos de maltrato y abandono.