Este 28 de diciembre se celebra en el mundo el Día de los Santos Inocentes, pero cuál es su origen y por qué con el tiempo se convirtió en una fecha ideal para hacer bromas de todo tipo. Aquí te contamos.
De acuerdo con la Biblia, en el cristianismo esta festividad sirve para recordar a todos los niños recién nacidos y menores de dos años que murieron en Belén por órdenes del rey Herodes, quien, al enterarse del nacimiento de Jesús, tuvo miedo de perder su trono y ordenó la masacre.
A la fecha no existen pruebas históricas que respalden que este evento haya ocurrido más allá de los relatos bíblicos. Sin embargo, el mandato del rey Herodes en Judea fue real, y duró desde el año 37 a.C. hasta el 4 a.C. Este personaje se destacó por su crueldad; de hecho, se dice que ordenó la ejecución de su esposa Mariana y de sus hijos Alejandro y Aristóbulo.
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Ante ello, historiadores señalan que la falta de registros o pruebas arqueológicas que certifiquen la matanza de los inocentes se debe a que Belén fue un territorio pequeño y que en esa época, las prácticas funerarias se realizaban en espacios humildes, sin monumentos extravagantes que pudieran resistir a través del tiempo.
¿Por qué se hacen bromas en el Día de los Santos Inocentes?
Si bien en un inicio, el Día de los Santos Inocentes era una festividad centrada en la oración en memoria de los niños de Belén, con el tiempo, dicha tradición cambió en una fecha en la que la gente suele hacer bromas, principalmente en países de habla hispana.
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Fue durante la Edad Media que muchas festividades cristianas se mezclaron con tradiciones paganas, entre ellas las Saturnales romanas, una celebración decembrina marcada por las bromas y el desorden.
En algunos lugares de Europa, como Francia y España, existió una celebración conocida como la “Fiesta de los Locos”, que coincidió con el período navideño. Si bien, dicha festividad fue condenada por la iglesia católica, ésta habría sido la antecedente de la forma en la que ahora se celebra el Día de los Santos Inocentes.
Actualmente, el Día de los Santos Inocentes sigue siendo un testimonio de cómo las tradiciones evolucionan y adquieren un significado diferente, según la región que la haya adoptado.