En los últimos años, hemos visto aparecer distintas orientaciones sexuales, la mayoría con gustos hacia otras personas; sin embargo, también han surgido otras más inusuales con atracción hacia artículos o incluso al medioambiente, tal como una mujer que asegura ser ‘ecosexual’.
Sí, así como lo lees. Se trata de Sonja Semyonova, quien se describe también como una “storyteller”.
La señora se hizo viral en TikTok luego de publicar varios videos afirmando que tiene una relación con un roble de su vecindario.
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En uno de sus contenidos tal cual aseguró: “Tengo un tipo de relación con un roble de mi vecindario”.
Lo anterior provocó una serie de comentarios de otros usuarios preguntando si en realidad era así o si solo era una broma.
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Sin embargo, a lo largo de toda su cuenta se pueden encontrar varios videos reafirmando que está enamorada del árbol.
“La primera cosa que quiero decir es que una relación sexual, una relación erótica, puede suceder de una manera más creativa de la que otras personas pueden creer. Si solo entiendes una relación para mostrar tu poder sexual, estás perdiendo un buen de vida y placer. Si nunca te has hallado entre los bosques o viendo un río o nadando en el mar inmenso y nunca paraste y sentiste la manera en que sientes esas experiencias en tu cuerpo, solo puede ser descrito como erótico”, definió.
Sumado a esto, comentó que las demás personas deberían expander su imaginación y ser más creativos.
“Cuando estés ahí, encontrarás un profundo significado y propósito en tu vida, así como tu humanidad y la relación con algo más grande”, agregó en uno de sus videos.
¿Qué es ser 'ecosexual'?
De acuerdo con el Manifiesto Ecosex de “sexexcology.org”, para estas personas la Tierra es su amor, por lo que colaboran día a día con la naturaleza.
Además, aseguran “hacer el amor” con la Tierra al masajear sus pies con el suelo o hablarle de manera erótica a las plantas.
Asimismo, mencionan que son activistas que luchan por conservar las montañas, el agua y los cielos.
Por si fuera poco, en el manifiesto también invitan a los demás a ser un ‘ecosexual’, tal como la mujer que asegura amar a un roble.