Todos adoramos a los gatos, algunos más que otros, pero está adoración no tiene que ver con los memes, los videos virales de TikTok, ni los videos de Youtube. La adoración a los gatitos tiene mucho tiempo en el mapa.
La civilización que vivió junto al Nilo hace miles de años también tenía una rara adoración con los gatos, y eso podemos verlo en las estatuas, pinturas e incluso por la momia de algún minino que se ha encontrado enterrada junto a su dueño.
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¿Porqué los egipcios veneraban a los gatos?
Los egipcios los veneraban, pues los asociaban con la protección, y consideraban que eran una encarnación de la diosa Bastet, que representaba el amor, la fecundidad, la belleza y la protección.
Bastet se representaba como una mujer con cabeza de gato que llevaba un ‘ankh’ (cruz de la vida) o como un gato doméstico, y sería algo así como el equivalente egipcio de la diosa griega Artemisa.
Antes de eso, el gato también se relacionaba con el dios Ra y eran tan importantes que no solo se momificaban, Heródoto escribió que se encargaban de cuidarlos, especialmente cuando se producía algún incendio para evitar que se quemaran, y cuando uno doméstico moría, la familia se afeitaba las cejas en señal de luto.
Había duras leyes que prohibían cualquier maltrato o daño a estos animales, ya que eran compañeros fundamentales en el hogar, ya que servían para mantenerlos limpios al cazar ratas, serpientes y ratones.
¿Qué gatos se veneraban?
Aunque el ‘sphynx’ (el gato sin pelo) es, en la actualidad, el gato que relacionamos con Egipto, en realidad eran otras especies las que vivieron en aquella época: el gato salvaje de África, animal nocturno, el gato de los pantanos, marrón oscuro o rojizo, y el gato serval, originario de Nubia, parecido al lince.
A comienzos del Imperio Nuevo se extendió porque se desarrolló la ciudad de Bubastis, urbe de Bastet, en el delta del Nilo.
Heródoto relataba que era un lugar de rodeado por un canal y con un número relevante de gatos sagrados que vivían de los donativos de los peregrinos.
Ahora que ya lo sabes, tu michi podría ser un descendiente directo de un dios, así que cuídalo mucho.