Desde hace unos días Simone Biles se convirtió en un ejemplo de lucha y una voz potente para aquellos que aún no pueden reconocer algún problema de salud mental, tras las arduas jornadas de entrenamiento.
Y es que cuando vemos a los atletas en cualquier competición pensamos en fortaleza y superpoder; sin embargo, detrás de todas sus demostraciones esta la verdadera cara que olvidamos: son seres humanos.
Información relacionada: Contaminación tiñe sistema de lagunas color rosa en Argentina
Después de la declaración de Simone Biles otros atletas han alzado la voz y confesado la presión a la que han estado sometidos y los problemas mentales que esto les ha traído.
Michael Phelps victima de depresión
Tal es el caso del estadounidense Michael Phelps, el más grande nadador de la historia y el deportista con más medallas olímpicas reconoció haber sido víctima de la depresión después de cada uno de los Juegos Olímpicos en los que participó (de 2000 a 2016).
Tras Londres 2012, pasó días encerrado en una habitación, sólo, en su episodio depresivo más grave.
"He podido hacer algunas cosas increíbles en las piscinas y he luchado fuera. Hay una parte de mi vida que me gustaría no haber conocido", declaró.
Tom Dumoulin, ansiedad por la presión
El neerlandés Tom Doumolin, ganador del Giro en 2017 y subcampeón olímpico en Río, anunció a principios de 2021 que había llegado el momento de aparcar la bicicleta.
“Durante demasiado tiempo, siento una gran presión para rendir y noto que siempre quiero hacer lo mejor para el equipo, para todos los patrocinadores, los fans, etc. Pero en ese proceso me olvidé un poco de mí mismo. Olvidé lo que realmente quiero dentro de este deporte y en mi futuro. Dado que no tengo esta respuesta clara para mí, en realidad tampoco estoy haciendo lo mejor para las personas que me rodea”.
La depresión, la ansiedad por la presión, el miedo a las altas expectativas es una realidad que mucho deportistas sufren.
El rostro de Tokio 2020 , Naomi Osaka
Considerada el rostro de Tokio 2020 o “llama inspiradora” de los Juegos de Tokio, Naomi Osaka, abandonó en junio pasado el torneo de Roland Garros por una depresión, y parece que ahora la presión volvió al ser el centro de su entorno.
Naomi Osaka dijo que la presión de estar en la élite podía con ella y comenzó primero alejándose de la prensa y después de las pistas -renunció a Wimbledon aunque no a los Juegos por ser en su país-.
Como estos atletas hay muchos, pero esto solo refleja que ni superhéroes, ni irrompibles; los atletas confiesan sus problemas de salud mental. Por ello, es importante visibilizar los problemas de salud mental como un asunto delicado y real.