La salud de los mexicanos enfrenta un desafío silencioso, pero devastador: el síndrome cardiovascular-reno-metabólico (SCRM). Esta condición, que afecta la interconexión entre el corazón, los riñones y el metabolismo, está detrás del aumento de las enfermedades cardiovasculares y renales, que casi se han duplicado a nivel global en las últimas tres décadas.
Es vital que tomes cartas en el asunto, ya que un diagnóstico tardío puede llevar a complicaciones graves y a una disminución significativa de tu calidad de vida.
Jorge Yamamoto Cuevas, especialista en endocrinología, advierte que este síndrome es una "triada silenciosa" que amenaza la vida de millones.
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La obesidad, que afecta a 37 por ciento de los adultos en México, eleva el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión arterial y enfermedades cardiacas. Si a esto le sumamos que millones de mexicanos viven con estas condiciones, la situación se vuelve alarmante.
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Históricamente, estas enfermedades se trataban por separado. Sin embargo, ahora se sabe que están sinérgicamente relacionadas: si una falla, las demás se ven comprometidas.
La Asociación Americana del Corazón (AHA) las agrupó bajo el nombre de SCRM para enfatizar esta conexión. Lamentablemente, la falta de síntomas iniciales claros y los estilos de vida poco saludables han impulsado su prevalencia, lo que resulta en costos económicos y sociales inmensos para los pacientes y las instituciones de salud.
¿Qué puedes hacer para prevenirlo y controlarlo?
Los expertos coinciden en que la clave es el diagnóstico oportuno y el tratamiento integral. Dado que el síndrome es silencioso, muchas personas no son diagnosticadas hasta que ya presentan complicaciones graves, como infartos o falla renal. Por eso, es esencial que asumas la responsabilidad de tu propia salud y actúes proactivamente.
A partir de los 30 años, se recomienda realizar pruebas de detección de forma regular, incluyendo análisis de sangre y orina, así como mediciones de azúcar y electrocardiogramas. Si tienes antecedentes familiares de diabetes, hipertensión u obesidad, o si llevas un estilo de vida sedentario, eres un candidato de alto riesgo y debes hablar con tu médico de confianza.
Fundamental identificar factores de riesgo del síndrome cardiovascular-reno-metabólico
Los especialistas subrayan que los médicos de primer contacto tienen un rol fundamental al identificar factores de riesgo y coordinar la atención con cardiólogos, nefrólogos y endocrinólogos.
Además, es crucial mejorar la adherencia a los tratamientos, ya que cerca del 50 por ciento de los pacientes con enfermedades crónicas no los siguen. Esto puede deberse a la falta de conocimiento o a la percepción de bajo riesgo.
Para combatir esto, laboratorios como Grossman han lanzado líneas de tratamiento con soluciones más accesibles y efectivas, que buscan facilitar el apego terapéutico.
El síndrome cardiovascular-reno-metabólico puede frenarse, pero requiere una acción conjunta. La educación médica y comunitaria es fundamental para reducir su impacto. Recuerda que tu corazón, riñones y metabolismo están íntimamente conectados. Un estilo de vida saludable, la detección temprana y un tratamiento integral no solo pueden cambiar tu pronóstico, sino también garantizar una vida plena y de calidad. No lo dejes para después: tu salud es lo más importante.
