En los últimos días, CDMX y el Estado de México han vivido lluvias bastante intensas con tormentas eléctricas que han sorprendido a más de uno. Las calles inundadas, los charcos por todos lados y los relámpagos son situaciones que nos recuerdan lo importante que es saber cómo cuidarnos cuando cae un rayo cerca.
No se trata de entrar en pánico, pero sí de conocer los lugares más seguros para refugiarse y las medidas básicas que pueden salvarnos un susto. Con algunos cuidados simples podemos protegernos y también cuidar a quienes estén con nosotros mientras pasa la tormenta.
¿Qué es una tormenta eléctrica?
Las tormentas eléctricas ocurren cuando hay descargas de electricidad en el cielo, vemos como rayos y escuchamos como truenos. En la Ciudad de México y el Estado de México suelen presentarse entre mayo y octubre, y algunas pueden durar hasta un par de horas, así que es importante estar preparados.
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Lo primero es estar atentos a los avisos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Ellos nos alertan cuando se espera una tormenta fuerte, lo que nos da tiempo de buscar un lugar seguro y organizar nuestras actividades para no quedar expuestos.
También hay señales que podemos notar por nosotros mismos como nubes oscuras y grandes que suelen indicar que la tormenta está cerca. Si además vemos rayos y escuchamos truenos a lo lejos, es momento de moverse a un espacio protegido y no quedarse al aire libre.
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Por último, hay que pensar en los animales y en los objetos que podrían atraer rayos. Lleva a tus mascotas o ganado a un lugar seguro, guarda objetos metálicos o altos, y asegúrate de que todos los que estén contigo estén protegidos. Con estas medidas simples, puedes reducir riesgos y mantenerte tranquilo mientras pasa la tormenta.
¿Dónde refugiarse durante una tormenta eléctrica?
Durante una tormenta eléctrica, no todos los lugares ofrecen la misma protección. Por ejemplo, estar en zonas altas como cerros o montañas aumenta el riesgo de ser alcanzado por un rayo, por lo que es mejor evitarlas mientras dure la tormenta.
También conviene mantenerse alejado de estructuras que puedan atraer la electricidad, como postes, antenas o bardas metálicas. Incluso los paraguas con punta de metal pueden ser peligrosos si estamos al aire libre. El punto es buscar espacios cerrados y seguros para reducir la exposición.
Los grandes espacios abiertos tampoco son recomendables, al igual que refugiarse bajo árboles, ya que ambos escenarios pueden convertirnos en el punto más alto y aumentar el riesgo de un impacto directo. Por eso, siempre es mejor buscar un lugar cerrado y protegido.
Una opción segura es permanecer dentro de un automóvil con el motor apagado, ya que ofrece un “escudo” frente a la descarga eléctrica. Además, es importante evitar el contacto con el agua, tanto en interiores como en exteriores, porque el agua conduce electricidad y puede aumentar la peligrosidad de la tormenta.
