Con el objetivo de fortalecer la atención cardiovascular, el IMSS activó recientemente una moderna sala de hemodinamia en el HGR No. 1, la cual representó una inversión de 43 millones de pesos. Debido a que muchos derechohabientes aún desconocen el impacto de esta unidad, es importante detallar de qué manera su equipamiento permite realizar intervenciones que salvan vidas.
La nueva sala de hemodinamia fue inaugurada en el Hospital General Regional (HGR) No. 1 “Dr. Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la CDMX. Con esta unidad se busca fortalecer la atención de alta especialidad en enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en México.
Zoé Robledo, director general del IMSS, señaló que esta nueva sala de hemodinamia en el HGR. 1 de la CDMX representa la número 34 a nivel nacional. Asimismo, explicó que esta salva vidas de manera efectiva al tratarse de una unidad de alta tecnología médica especializada en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares mediante procedimientos mínimamente invasivos.
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Han permitido cubrir entidades donde no había equipo de esta capacidad para atender padecimientos cardiovasculares, cateterismo, angioplastias y terapias endovasculares.
¿Cómo es que salva vidas la sala de hemodinamia en el IMSS?
El IMSS ha fortalecido su red de este tipo de salas en todo el país para garantizar que cualquier derechohabiente que sufra un infarto tenga acceso a este servicio en menos de 90 minutos (la "hora dorada"). Gracias a la sala de hemodinamia, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en el Instituto ha disminuido significativamente, ya que permiten estabilizar al paciente de forma definitiva y rápida.
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Una sala de hemodinamia salva vidas en el IMSS mediante un protocolo especial, el cual consiste en activarse cuando un paciente llega con un ataque al corazón, pues de manera pronta se realiza una angioplastia, que radica en abrir la arteria tapada usando un pequeño globo y colocar un stent (una malla metálica) para restaurar el flujo de sangre en minutos.
Al ser procedimientos por cateterismo, no se requiere abrir el pecho del paciente. Esto reduce drásticamente el riesgo de infecciones, el dolor y las complicaciones postoperatorias. Un paciente intervenido en una sala de hemodinamia puede recibir el alta en 24 o 48 horas, mientras que una cirugía tradicional requeriría semanas de hospitalización.
