Con el arranque de la temporada invernal, la gripe H3N2 volvió a posicionarse entre los virus respiratorios más activos. Este subtipo de influenza A se caracteriza por su rápida propagación y por provocar incrementos en consultas médicas durante los meses fríos. Aunque no representa una emergencia sanitaria, su comportamiento estacional sí exige reforzar medidas de prevención.
Las autoridades de salud han señalado que la gripe H3N2 puede coincidir con otros virus respiratorios, lo que incrementa el riesgo de complicaciones en adultos mayores, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas. Además, la circulación simultánea de diferentes virus respiratorios suele aumentar la presión en clínicas y hospitales a lo largo del invierno.
A continuación, presentamos qué es el virus H3N2, los síntomas más comunes y las recomendaciones para protegerse durante la temporada.
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¿Qué es el virus H3N2?
El H3N2 es un subtipo del virus Influenza A que forma parte de la gripe estacional. Su nombre está relacionado con las proteínas de superficie Hemaglutinina 3 (H3) y Neuraminidasa 2 (N2), responsables de su capacidad de infectar y transmitirse.
Este virus se detecta cada año en mayor proporción durante el invierno y tiene un alto nivel de mutación, lo que facilita su circulación. Se conoce desde 1968 y ha protagonizado múltiples temporadas de influenza alrededor del mundo.
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Síntomas de la gripe H3N2
Los síntomas suelen aparecer de forma repentina y pueden confundirse con otras infecciones respiratorias. Entre los más frecuentes se encuentran:
- Fiebre alta
- Dolor muscular y cansancio notable
- Tos seca o persistente
- Dolor de cabeza
- Congestión nasal y malestar general
En algunos casos, la gripe H3N2 puede derivar en complicaciones como neumonía, especialmente en personas vulnerables o con antecedentes médicos.
¿Cómo protegerse de la gripe H3N2?
Mantener medidas de prevención básicas sigue siendo la forma más efectiva de reducir contagios. Evitar aglomeraciones, ventilar espacios cerrados y usar cubrebocas en lugares con alta concentración de personas disminuye considerablemente el riesgo de contagio.
El lavado frecuente de manos, el uso de gel antibacterial y quedarse en casa ante síntomas respiratorios son prácticas esenciales durante el invierno. La vacunación contra la influenza continúa siendo una herramienta útil para reducir complicaciones graves, incluso si la formulación de la temporada no incluye específicamente al H3N2.
Prepararse con anticipación, reforzar hábitos de higiene y atender los primeros signos de enfermedad permite enfrentar de manera más segura la circulación de la gripe H3N2 durante esta temporada invernal.