Un reciente estudio titulado "Receta para la salud del corazón: un ensayo aleatorio cruzado sobre los efectos cardiometabólicos del aceite de oliva virgen extra (AOVE) en una dieta vegana basada en alimentos vegetales integrales" mostró resultados relevadores sobre ese elemento.
La investigación dirigida por la Dra. Andrea M. Krenek, del Departamento de Ciencia de los Alimentos y Nutrición Humana de la Universidad de Florida en Gainesville, explica que las dietas veganas basadas en alimentos integrales y vegetales, bajas en aceites, así como las dietas mediterráneas ricas en AOVE, son conocidas por su capacidad para reducir los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, el estudio publicado en la Revista de la Asociación Estadounidense del Corazón, explica que la cantidad óptima de grasas en la dieta, particularmente de AOVE, no había sido claramente establecida hasta ahora.
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Así se hizo el estudio sobre el aceite de oliva
El ensayo incluyó a adultos con un riesgo igual a 5 por ciento de desarrollar enfermedades cardiovasculares, quienes siguieron una dieta de alimentos integrales de origen vegetal con dos variaciones: una con un alto contenido de AOVE (4 cucharadas/día) y otra con un bajo contenido de AOVE (<1 cucharadita/día).
Cada una de estas dietas se mantuvo durante 4 semanas, separadas por un período de lavado de 1 semana.
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El principal objetivo del estudio fue medir las diferencias en los niveles de colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL-C) desde el inicio.
Además, se evaluaron cambios en otros marcadores cardiometabólicos, como el colesterol total, la apolipoproteína B, la glucosa y la proteína C reactiva de alta sensibilidad.
Resultados clave del estudio sobre aceite de oliva
En los 40 participantes del estudio, la ingesta de grasa representó el 48 por ciento y el 32 por ciento de la energía durante las fases alta y baja de AOVE, respectivamente.
Los resultados mostraron que ambas dietas, alta y baja en AOVE, produjeron reducciones comparables en los niveles de LDL-C, colesterol total, apolipoproteína B, colesterol de lipoproteína de alta densidad, glucosa y proteína C reactiva de alta sensibilidad.
Sin embargo, se observó una interacción significativa entre la dieta y la secuencia en que fueron seguidas.
Cuando se comenzó con la dieta alta en AOVE y luego se pasó a la dieta baja, se detectó una reducción más significativa del LDL-C.
Por otro lado, el patrón contrario, de bajo a alto AOVE, mostró un aumento en los niveles de glucosa y colesterol total, lo que sugiere que la introducción de mayores cantidades de AOVE después de un consumo bajo podría impedir mayores reducciones de lípidos.
Durante el primer período del estudio, la dieta baja en AOVE resultó en reducciones de LDL-C más pronunciadas (-25,5 mg/dL) en comparación con la dieta alta en AOVE (-16,7 mg/dL), aunque esta diferencia no fue estadísticamente significativa.
Ambos patrones dietéticos basados en plantas mejoraron los perfiles de riesgo cardiometabólico en comparación con las dietas iniciales, con una disminución más pronunciada en el colesterol LDL tras seguir la dieta baja en AOVE.
No obstante, la adición de aceite de oliva virgen extra después de un periodo de baja ingesta de este aceite puede obstaculizar la reducción de lípidos.
El punto clave…
Este estudio sugiere que, aunque la inclusión de AOVE en una dieta vegana basada en alimentos integrales puede ser beneficiosa, una menor ingesta de AOVE podría resultar en mayores reducciones en los niveles de lípidos.
La consideración del tipo y cantidad de grasas dietéticas, particularmente de AOVE, es crucial en la planificación de una dieta vegana que busca reducir el riesgo cardiometabólico.
Este estudio destaca la importancia de individualizar las recomendaciones dietéticas basadas en el contexto y el nivel de riesgo de cada persona, subrayando que la optimización de la dieta debe ser ajustada según las necesidades y condiciones específicas del individuo con base en el aceite de oliva.