¿Te has preguntado alguna vez si existe un momento del día en el que el ejercicio sea más efectivo para ti? Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Sydney ha revelado una respuesta que podría sorprenderte.
Si bien muchos de nosotros hemos escuchado que hacer ejercicio en la mañana es ideal para empezar el día con energía, los investigadores sugieren que, para las personas con obesidad, la noche podría ser el horario perfecto para maximizar los beneficios de la actividad física.
¿Qué revela el estudio sobre el horario de ejercicio?
Angelo Sabag y su equipo de la Universidad de Sydney llevaron a cabo una investigación con datos del Biobanco del Reino Unido, analizando los patrones de ejercicio de casi 30,000 personas mayores de 40 años con obesidad. De este grupo, aproximadamente 3,000 participantes también padecían diabetes tipo 2. Durante ocho años, los investigadores monitorearon los niveles de actividad física de los participantes usando dispositivos portátiles, enfocándose en los ejercicios realizados por la mañana, tarde y noche.
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Los resultados fueron reveladores. Aquellos que realizaban la mayor parte de su actividad física aeróbica, de moderada a vigorosa, entre las 6 p.m. y la medianoche tenían un riesgo significativamente menor de muerte prematura y de muerte por enfermedades cardiovasculares.
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¿Por qué el ejercicio nocturno es más beneficioso?
En este sentido, Sabag sugiere que la explicación detrás de estos resultados puede estar en la regulación cardiometabólica. Durante la noche, nuestro cuerpo muestra una mayor resistencia a la insulina, y para aquellos que no pueden producir suficiente insulina para compensar, como algunas personas con obesidad o diabetes tipo 2, hacer ejercicio en la noche podría ayudar a mitigar esta resistencia natural.
Además, investigaciones adicionales indican que hacer ejercicio tarde en el día podría tener un impacto positivo en la presión arterial, un factor clave en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y muerte prematura. Esta mejora en la presión arterial podría ser una de las razones por las que el ejercicio nocturno parece ser más beneficioso.