El atole de chaqueta, también conocido como atole negro, atole de cáscara, atole de cuescomate o atole prieto, es una bebida tradicional originaria de la región de Uruapan, Michoacán, en México.
Su peculiar nombre se debe a su color oscuro, que algunos comparan con el color de las chaquetas o chamarras negras.
Más allá de su apariencia, el atole de chaqueta destaca por su sabor intenso y único, producto de una mezcla de ingredientes especiales que le dan un toque ahumado y terroso.
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¿Qué lo hace especial?
Ingredientes
La base del atole de chaqueta es el maíz, que se nixtamaliza y luego se muele para obtener una masa fina. A esta masa se le agrega cáscara de cacao tostado, que aporta su característico color oscuro y sabor intenso. Otros ingredientes comunes incluyen canela, piloncillo o azúcar para endulzar, y agua para diluir la mezcla.
Preparación
El atole de chaqueta se prepara cociendo lentamente la masa de maíz y la cáscara de cacao en agua, revolviendo constantemente para evitar que se pegue. Una vez que la mezcla ha espesado y los sabores se han integrado, se retira del fuego y se sirve caliente.
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El atole de chaqueta tiene un sabor fuerte y ahumado, con notas de chocolate y canela. Su textura es espesa y cremosa, ideal para disfrutarse en las mañanas frías o como un snack a cualquier hora del día.
¿Dónde disfrutarlo?
Si tienes la oportunidad de visitar Michoacán, no puedes perderte la experiencia de probar un auténtico atole de chaqueta. Lo encontrarás en mercados tradicionales, puestos callejeros y algunos restaurantes que se especializan en cocina regional.
El atole de chaqueta se suele acompañar con tamales de harina o uchepos, tamales dulces hechos con maíz molido y piloncillo. También se puede disfrutar solo, como una bebida caliente y reconfortante.