Según las estadísticas, año con año son más los adultos mayores que viven solos enfrentando los retos de la vejez sin acompañamiento, por lo que el concepto "cohousing senior" ha venido a ofrecer nuevas alternativas de vivienda.
Esta opción para la población de la tercera edad es un modelo en el que un grupo de personas se mudan a una urbanización o una comunidad de viviendas independientes adaptadas y comparten servicios como la limpieza, además de actividades de ocio y estancias comunes como el comedor.
El ‘cohousing’, se caracteriza por facilitar las relaciones entre vecinos y permitir mantener su independencia económica y privacidad.
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Si bien el concepto nació en Dinamarca hoy en día se ha extendido a otros países como una solución innovadora para el envejecimiento activo y comunitario.
José Luis Suárez, CEO de Living Cohousing, explica que con este modelo se crea un entorno amigable que permite a las personas mayores estar acompañadas por amigos y compartir experiencias vitales. De esta forma, pueden formar parte de una comunidad de vecinos con necesidades afines, “manteniendo su dignidad, independencia y autonomía el mayor tiempo posible en la que es su casa”.
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Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), la soledad en las personas mayores supone un riesgo grave de salud pública. El aislamiento social aumenta significativamente el riesgo de una persona de morir prematuramente por todas las causas —al igual que ocurre con el tabaquismo, la obesidad y la inactividad física—. También se asocia a un aumento de casi el 50 por ciento del riesgo de demencia y está relacionado con mayores tasas de depresión, ansiedad y suicidio.
Beneficios del cohousing
Una de las ventajas de este concepto es los gastos mensuales del ‘cohousing’ son mucho más baratos que los de cualquier otro modelo, ya que permite abaratar la compra o el alquiler de una vivienda. Además, los vecinos pueden hacer frente juntos a “los costos de los servicios que puedan demandar o necesitar”. Tal y como subrayan varios investigadores, a medida que los hogares colaboran para compartir recursos, crece una economía colaborativa, lo que deja a los convivientes en una situación financiera más favorable.
Para las personas adultos mayores, otra ventaja es que pueden dividir la carga financiera de instalar equipos especiales como rampas, iluminación para los caminos de acceso y viviendas o espacios adicionales para los cuidadores.