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Artritis y artrosis, dos términos que suenan similares, pero esconden dos realidades totalmente distintas.
Si bien ambas generan dolor y pueden afectar a una o varias partes del cuerpo, especialmente en las mujeres, son dos enfermedades con diferentes causas y tratamientos
La gran diferencia entre la artritis y la artrosis:
Artritis:
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- Definición: Inflamación de las articulaciones.
- Causas: Diversas, como infecciones (artritis séptica), enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide), depósito de cristales (gota) o traumatismos.
- Afectación: Articulaciones y, en algunos casos, otros órganos.
- Edad de mayor riesgo: Puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en adultos mayores.
Artrosis:
- Definición: Degeneración del cartílago articular, tejido que protege los huesos en las articulaciones.
- Causas: Desgaste por edad, sobrepeso, actividad física intensa, factores genéticos.
- Afectación: Solo articulaciones.
- Edad de mayor riesgo: Afecta principalmente a adultos mayores, aunque puede aparecer en personas más jóvenes por otros factores.
Recomendaciones para combatir la artritis y la artrosis:
Estilo de vida:
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- Mantén un peso saludable: El sobrepeso genera mayor presión en las articulaciones, empeorando los síntomas.
- Realiza ejercicio físico regular: El ejercicio fortalece los músculos que rodean las articulaciones, brindándoles soporte. Opta por actividades de bajo impacto como caminar, nadar o andar en bicicleta.
- Evita movimientos repetitivos y sobreesfuerzos: Protege tus articulaciones de movimientos que las desgasten o las inflamen.
- Duerme bien: El descanso adecuado es fundamental para la recuperación del cuerpo.
- Maneja el estrés: El estrés puede empeorar los síntomas de la artritis. Practica técnicas de relajación como yoga o meditación.
Alimentación:
- Consume una dieta saludable y equilibrada: Rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables.
- Reduce el consumo de alimentos inflamatorios: Como azúcares refinados, grasas saturadas y trans.
- Mantente hidratado: El agua ayuda a mantener el cartílago articular sano.
Terapias:
- Fisioterapia: Un fisioterapeuta puede ayudarte a mejorar la flexibilidad, la fuerza y el rango de movimiento de tus articulaciones.
- Terapia ocupacional: Un terapeuta ocupacional puede enseñarte técnicas para realizar tus actividades cotidianas sin dolor.
- Medicamentos: Existen diversos medicamentos para controlar el dolor y la inflamación, como analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y medicamentos biológicos. Consulta con tu médico para determinar cuál es el adecuado para ti.
Si tienes dudas sobre si puedes tener artritis o artrosis, consulta con un médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.