Sería raro encontrar a alguien que no le guste el chicarrón de puerco, esa crujiente botana que a veces huele desde metros de distancia cuando están colgados en la carnicería. Sin embargo, ¿sabes qué le pasa a tu cuerpo cada que lo comes?
El chicharrón de puerco es una crujiente fritura elaborada con la piel del cerdo, cuya popularidad no sólo radica en México, sino también en Latinoamérica.
En particular es uno de los bocadillos cuya textura y sabor intenso lo hacen irresistible ante cualquier paladar, pese a esto, muchas personas suelen comerlo con regularidad, y puede que esto traiga problemas en la salud.
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Sin importar si lo comes en salsa verde o así solito, es importante que sepas los beneficios y riesgos que conlleva ingerir este bocadillo.
Antes de comer chicharrón recuerda que…
Tiene un alto contenido de grasas saturadas, y el consumo excesivo de estas sustancias puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
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Además de esto, el chicharrón es un alimento calórico, pues una porción de 57 gramos puede contener alrededor de 290 calorías. Recuerda que lo recomendado es consumir mil 375 calorías al día.
El chicharrón procesado tiene un contenido alto en sodio, lo que puede ser un problema para personas con hipertensión arterial. Y para finalizar, es bajo en fibra y vitaminas.
De las pocas cosas buenas que tiene el chicarrón, es que tiene bastantes proteínas, las cuales son esenciales para el crecimiento y reparación de los tejidos, así como para el mantenimiento de la masa muscular.
En concreto, el chicharrón de puerco es una rica botana, pero debe comerse con moderación, ya que ahora sabes qué es lo que le pasa a tu cuerpo.