En la lista de las cosas más dolorosas que nos puede pasar en el actual mundo de las “relaciones amorosas”, es pasar del amor al desenamoramiento, pero no saber cómo decírselo a la otra persona. Para nada es algo nuevo, pero apenas ha podido ser nombrado, y se le denomina Slow Fade.
¿Qué es el Slow Fade?
El Slow Fade, o "desvanecimiento lento", es una forma de terminar una relación de forma gradual. En lugar de una ruptura clara y directa, la persona que lo aplica va reduciendo progresivamente el contacto, la comunicación y la intimidad con su pareja hasta que la relación se disuelve por sí sola.
Por supuesto que no es la mejor manera para decirle que “ya no” a nuestra pareja, pues sus efectos son bastante dolorosos para la persona que aún no lo sabe.
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Genera incertidumbre, confusión y baja autoestima. La falta de claridad y la prolongación de la agonía pueden dificultar el proceso de duelo y la superación de la relación.
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Señales para identificar el Slow Fade
- Disminución de la comunicación: La frecuencia y la intensidad de las conversaciones se reduce. Las respuestas se vuelven más cortas, menos entusiastas y con menos esfuerzo.
- Menos tiempo juntos: Se reduce la frecuencia de las citas y se buscan excusas para evitar pasar tiempo juntos.
- Distanciamiento emocional: Se observa una menor expresión de afecto, interés y apoyo emocional.
- Falta de compromiso: Se evitan planes a futuro y se posponen decisiones importantes sobre la relación.
- Comportamiento ambiguo: La persona envía señales contradictorias, mostrando interés en algunos momentos y desinterés en otros.
Recuerda que siempre vas a merecer una relación sana y honesta. Si tu pareja no está dispuesta a comprometerse y comunicarse de forma abierta y percibe que te está haciendo Slow Fade, lo mejor es tomar la decisión de alejarte y personas con claridad y valor en la vida.