Pasado los años, la forma en que las parejas tienen relaciones sexuales ha cambiado significativamente, desde los swingers, hasta ciertas parafilias como la clismafilia o la altocalcifilia (que posiblemente las abordemos después). En esta ocasión, hablaremos del pegging, una práctica sexual que solo algunos se han animado a probar… ¿de qué trata?
Pegging: Un interesante cambio de roles
El pegging se refiere a la práctica sexual en la que una mujer penetra analmente a un hombre, empleando un dildo que usualmente va sujetado en el pubis por medio de un arnés de cintura.
Hasta Deadpool lo hizo, si recordamos la primera cinta cuando Vanessa y el querido Wade Wilson festejan el Día Internacional de la Mujer, guiño, guiño.
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Déjanos decirte que este término apareció por primera vez en una encuesta realizada en 2001, por la revista Savage Love.
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Esta dinámica está pensada no solo en el cambio de roles, sino para dar mayor placer a los hombres y estimular su punto G, el cual se encuentra en la próstata (una glándula del tamaño de una nuez que se ubica debajo de la vejiga y delante del recto) donde la única forma de llegar a él es a través del ano.
La importancia de la salud sexual en pareja
La salud sexual es un aspecto esencial en toda relación de pareja, que va más allá del acto sexual en sí mismo. Implica una comunicación abierta y honesta sobre deseos, límites y preferencias, así como el disfrute mutuo y respetuoso de la intimidad.
Recomendaciones cuando vayas a realizar cualquier práctica sexual, incluido el pegging
- Crear un espacio seguro para compartir tus fantasías puede ser muy excitante. El consentimiento debe ser siempre libre, informado y entusiasta.
- No tengas miedo de experimentar y probar cosas nuevas, siempre y cuando ambos se sientan cómodos.
- Valorar las necesidades y preferencias de tu pareja es esencial para una relación sexual satisfactoria.
Se dice que el pegging comienza a ser una práctica cada vez más común, pese a estar permeado de tabús, pues la mayoría de hombres heterosexuales le temen debido a una creencia de pérdida de masculinidad.