La dermatitis atópica, también conocida como eccema atópico, es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la inflamación y la sequedad de la piel.
Tiende a afectar a personas con antecedentes familiares de enfermedades alérgicas, como el asma o la fiebre del heno.
¿Cuáles son las principales características de este padecimiento?
Piel seca y con comezón: La piel afectada por la dermatitis atópica tiende a ser seca y propensa a la picazón intensa. Esta picazón puede ser muy molesta y llevar a un rascado constante, lo que a su vez puede empeorar la inflamación.
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Erupciones cutáneas: Pueden aparecer erupciones rojas o marrones en diferentes áreas del cuerpo, especialmente en los codos y las rodillas, así como en el cuello, las muñecas y los tobillos.
Enrojecimiento e hinchazón: La piel afectada puede volverse roja e inflamada.
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Lesiones y costras: Debido al rascado constante, la piel afectada puede desarrollar lesiones abiertas y costras.
Brotes recurrentes: La dermatitis atópica tiende a ser crónica y puede experimentar periodos de empeoramiento seguidos de períodos de mejora.
¿Qué provoca la dermatitis?
La causa exacta de la dermatitis atópica no se conoce completamente, pero se cree que involucra una combinación de factores genéticos, ambientales e inmunológicos. Factores como la exposición a alérgenos, cambios en la temperatura, estrés y ciertos alimentos pueden desencadenar o empeorar los síntomas.
¿Cómo se puede prevenir?
Hidratación constante: Mantén la piel bien hidratada usando cremas o ungüentos. Aplica la crema hidratante inmediatamente después del baño para sellar la humedad en la piel.
Evitar irritantes: Utiliza productos de limpieza suaves y sin fragancias, evita el uso de jabones fuertes y productos que contengan ingredientes irritantes; también opta por detergentes sin fragancias al lavar la ropa y utiliza sábanas y ropa de cama suaves.
Baños cortos y con agua tibia: Evita baños largos y calientes, ya que pueden secar la piel. Opta por baños cortos con agua tibia y usa aceites de baño.
Ropa cómoda y transpirable: Viste con ropa suave, transpirable y sin costuras. Evita la lana y otros materiales ásperos que puedan irritar la piel.
Controlar el estrés: El estrés puede desencadenar o empeorar los síntomas de la dermatitis atópica. Practica técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración profunda.