Cada pareja es auténtica en el mundo, y a pesar de que existen comportamientos y acciones compartidas que se replican dependiendo la sociedad, cultura, creencias, etc. Los mismos factores que llevaron a concretar una conexión no aseguran que se evite llegar a una ruptura amorosa.
Analizar el comportamiento de las parejas es bastante complejo, ya que es estudiar a la humanidad misma, y con eso, la tarea no es fácil, sin embargo, existen ciertos patrones que llegan a repetir las personas en sus vínculos amorosos que las ha llevado ha alejarse de manera definitiva.
Para Lucía Feito Crespo, psicóloga especialista en terapia familiar y de pareja del Instituto Psicológico Cláritas, uno de los factores más comunes que llevan a una separación es la falta de comunicación.
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“La comunicación es algo fundamental para que la pareja pueda resolver los diferentes conflictos y desencuentros que se dan en todas las relaciones”.
“Si no cuidamos la comunicación ni somos capaces de desarrollar estrategias que nos ayuden a llegar a acuerdos, entraremos en dinámicas como imponer nuestro criterio, discusiones intensas que nos generan mucho sufrimiento o la indiferencia”; señala la experta.
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¿Qué otros factores llevan a una pareja a terminar su relación?
La psicóloga indica que, además de la comunicación, otros problemas habituales son los sexuales, los celos, la posesividad, la falta de apoyo emocional, el engaño, la infidelidad y la necesidad de mantener un propio espacio personal al margen de la pareja.
Efectos que generan una ruptura amorosa
Independientemente del problema que haya conducido a la ruptura, es importante afrontar esta nueva realidad de manera adecuada.
“Una separación es un proceso muy complicado que, si no gestionamos bien, nos puede conducir a años de sufrimiento. Generalmente, este proceso suele conllevar estrés, alteración del sueño, del apetito, sensación de soledad, sentimiento de culpa, aislamiento e, incluso, trastornos de ansiedad o depresión”, expone Lucía Feito.
Para poder super la ruptura, Lucía Feito explica que, en primer lugar, hay que ser conscientes de que tenemos que elaborar un duelo. “Esto no se hace de un día para otro”.
Aunque suene a cliché, el tiempo lo cura todo y este es un proceso en el que hay que permitirse ir despacio, estar vulnerables y aceptar la ayuda de otros para sentirse mejor.
Sentir nuestras emociones
El siguiente paso es identificar y gestionar las emociones que puedan surgir.“Muchas veces nos obligamos a estar bien o no nos permitimos sentir. Huimos de nosotros mismos y esto no nos deja elaborar el duelo”.
La psicóloga insiste en la necesidad de despedirse de la otra parte. “Hemos decidido tomar caminos diferentes por lo que es importante dejar marchar a la otra persona.
A los únicos que necesitamos es a nosotros mismos por lo que, ni desde la idealización ni desde el enfado, debemos quedarnos atados a la otra persona”.
Así que, si estás pasando por una fase complicada en la relación, o te encuentras en un duelo por una ruptura amorosa, recuerda quedarte con el aprendizaje que te dejó esa persona y la experiencia en conjunto.