La transición masiva al trabajo remoto durante la pandemia de Covid-19 ha llevado a la adopción de nuevas medidas para garantizar el bienestar de los trabajadores. En este contexto, el Derecho a la Desconexión Digital emerge como una herramienta crucial para preservar la salud mental y el equilibrio entre la vida laboral y personal de quienes laboran desde casa.
Con la aprobación en 2021 de reformas al artículo 330-E, fracción VI, de la Ley Federal del Trabajo (LFT), el Senado mexicano estableció el marco legal para el Derecho a la Desconexión Digital. Esta normativa especifica que los patrones tienen la obligación de respetar el derecho de los trabajadores a desconectarse al término de su jornada laboral, prohibiendo cualquier tipo de comunicación posterior a este periodo.
La Norma Oficial Mexicana en Teletrabajo (NOM-037), publicada en junio de 2023, refuerza esta disposición al definir la desconexión como el derecho de los trabajadores a apartarse de sus labores digitales y abstenerse de participar en cualquier comunicación laboral fuera de su horario regular, incluyendo vacaciones, permisos y licencias.
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Este derecho no solo representa un respiro para los empleados, sino que también contribuye a evitar la fatiga laboral y el temido "burnout". Un estudio conjunto de la Universidad de Stanford y el Tec de Monterrey señala que la constante conectividad puede perjudicar el equilibrio entre la vida laboral y familiar, afectando negativamente la salud mental de los trabajadores.
Países como Francia, España, Bélgica y Portugal han adoptado legislación similar, mientras que la Unión Europea ha propuesto que el Derecho a la Desconexión Digital sea reconocido como un derecho fundamental. En este contexto internacional, México se suma a la protección de sus trabajadores, ofreciendo un marco legal que busca garantizar un ambiente laboral más saludable y equitativo para aquellos que han abrazado el teletrabajo.