Las sardinas enlatadas han ganado popularidad como una opción culinaria práctica y nutritiva durante las últimas décadas; estos pequeños peces los podemos encontrar enlatados en aceite, agua o diversas salsas, y ofrecen un sabor intenso y delicioso.
Al ser un alimento versátil, pueden ser consumidas directamente del envase o incorporadas en diversas preparaciones, como ensaladas, pastas o aperitivos.
Comer sardinas tiene múltiples beneficios según estudio
Un estudio liderado por el Hospital Clínic de Barcelona asegura que incluir sardinas en la dieta puede prevenir la diabetes tipo 2, una enfermedad que afecta al 14 por ciento de la población adulta en España.
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La investigación se centró en pacientes mayores de 65 años con prediabetes, suministrándoles dos latas de sardinas en aceite de oliva a la semana. Esta cantidad, aproximadamente 200 gramos semanales, demostró tener un impacto significativo en la inhibición de la diabetes, un hallazgo crucial en la lucha contra esta enfermedad.
Además de la prevención de la diabetes, los participantes experimentaron mejoras en sus niveles de colesterol bueno (HDL) y en las hormonas asociadas al metabolismo de la glucosa; asimismo, se observó una disminución en los niveles de triglicéridos y la presión arterial.
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Otros beneficios de comer sardinas
Ácidos grasos omega-3: Las sardinas son ricas en ácidos grasos omega-3, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), que son beneficiosos para la salud cardiovascular y cerebral.
Proteínas de alta calidad: Son una excelente fuente de proteínas de alta calidad que proporcionan todos los aminoácidos esenciales necesarios para el cuerpo.
Vitaminas y minerales: Las sardinas contienen vitaminas esenciales como la B12, D y minerales como el calcio, fósforo y selenio, que son importantes para la salud ósea, la función nerviosa y el sistema inmunológico.
Salud cardiovascular: Los ácidos grasos omega-3 presentes en las sardinas pueden ayudar a reducir los niveles de triglicéridos en la sangre, disminuir la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Salud cerebral: El DHA, un tipo de omega-3, es esencial para el desarrollo y la función cerebral, y su presencia en las sardinas puede ser beneficiosa para la salud cerebral.