Muchos tutores aseguran que su perro les contesta con ruidos cada vez que le hablan, como si estuvieran teniendo una conversación. Aunque parezca una simple curiosidad, este comportamiento tiene una explicación ligada al vínculo emocional entre humanos y perros.
Desde jadeos con intención hasta gruñidos suaves o aullidos que parecen palabras, los perros han desarrollado formas únicas de expresarse. Estas vocalizaciones no son aleatorias: suelen estar asociadas a emociones específicas como entusiasmo, frustración o ganas de jugar.
¿Qué representan esos sonidos que no son ladridos?
Los perros tienen un repertorio vocal amplio que va más allá del ladrido típico. Algunos sonidos, como los gruñidos suaves, pueden surgir cuando el perro quiere atención, desea salir o busca interacción. Es una manera de llamar la atención sin recurrir a un ladrido fuerte o a un comportamiento ansioso.
Te podría interesar
Razas como los huskies, los shibas y los malamutes tienen fama de ser “platicadores” por su tendencia a vocalizar de forma continua. Aun así, cualquier perro puede desarrollar esta conducta si vive con personas que le responden y refuerzan esas vocalizaciones.
¿Por qué hay perros que parecen más ‘expresivos’ que otros?
No todos los perros comunican igual. Factores como la raza, el entorno, la estimulación emocional y la relación con sus cuidadores influyen directamente. Un perro que recibe atención cada vez que emite un sonido tenderá a repetirlo, especialmente si eso genera interacción o cariño.
Te podría interesar
Con el tiempo, algunos perros incluso aprenden a asociar frases o tonos con acciones concretas. Por ejemplo, al escuchar ‘¿vamos al parque?’, pueden emitir un sonido que parece un “¡vamos!” porque entienden la rutina y responden con emoción.
¿Qué hacer si mi perro gruñe cuando lo miro?
Observar su lenguaje corporal es clave. Si está relajado, mueve la cola y se acerca con mirada amable, el sonido es parte de su juego o afecto. En cambio, si se muestra tenso, con mirada fija o el cuerpo rígido, puede ser una advertencia.
Para fortalecer este tipo de ‘diálogo’, responde con calma, evita exagerar y observa sus señales. Así entenderás mejor lo que tu perro quiere decirte.
