¿Es bueno dormir con tu perro? Esto dicen expertos

La imagen del perro durmiendo a los pies de la cama es tan común como antigua. Hoy, sin embargo, muchos perros han pasado de dormir en una alfombra al lado de la cama a ocupar la almohada principal. Esta evolución refleja un vínculo más estrecho y familiar con nuestras mascotas. Pero ¿Es bueno dormir con tu perro? Expertos en comportamiento animal y veterinaria analizan el fenómeno.

Uno de ellos es Alan Peiró, experto en adiestramiento y modificación de conducta, quien a través de sus redes sociales aborda el tema desde la psicología canina. Para él, el cariño debe ir siempre de la mano de la coherencia y la responsabilidad. "No se trata de prohibir, sino de establecer límites saludables que garanticen el bienestar emocional del perro", señala.

Peiró no condena dormir con el perro, pero insiste en que debe hacerse con criterio. "Hay perros que pueden dormir en la cama sin desarrollar ansiedad ni conductas de dependencia, pero otros lo interpretan como una falta de estructura", explicó. 

 Cuando un perro se siente confundido respecto a su rol en la manada familiar, pueden surgir comportamientos problemáticos a largo plazo. La recomendación clave es observar y comprender la personalidad única de cada animal antes de integrarlo en esta rutina.

¿Por qué son importantes los límites? Peiró los define no como castigos, sino como una forma de comunicación clara. Enseñar a un perro a esperar o a respetar espacios son reglas que refuerzan su autocontrol y confianza. "Cuando el perro entiende qué se espera de él, se siente más tranquilo y seguro", afirmó. Este equilibrio entre libertad y estructura es la base de una relación armoniosa.

¿Dormir o no con tu perro? Beneficios tangibles y riesgos concretos

Por otro lado, Gabriella Tami, médico veterinario y etóloga, aporta una perspectiva centrada en la salud y el bienestar físico y emocional. Según una encuesta, más del 50% de los dueños comparten la cama con su mascota, y Tami destaca varios beneficios comprobados:

• Reducción del estrés y la ansiedad: El contacto físico con el perro promueve un despertar más relajado y placentero.
• Disminución de la presión sanguínea: Esta cercanía facilita la conciliación del sueño y genera una sensación de bienestar general.
• Combate contra la soledad: La presencia del animal reduce la sensación de soledad, ayuda a mantener una rutina de descanso y elimina pensamientos ansiosos.
• Apoyo emocional: Para personas con estrés postraumático o pesadillas, un perro puede convertirse en un refugio seguro.

Sin embargo, la especialista también advierte sobre las desventajas:

• Alteraciones del sueño: El movimiento del animal puede provocar un sueño intermitente y sensación de cansancio al día siguiente.
• Sobrecalentamiento: Los perros tienen una temperatura corporal más alta (alrededor de 38.9°C), lo que puede generar incomodidad y interrupciones del sueño.
• Despertadores involuntarios: Si el perro descubre que despertarte conlleva un paseo o comida, se convertirá en un reloj despertador infalible.

Entonces, ¿es bueno o no dormir con tu perro? La respuesta de los expertos es unánime: depende. No existe una regla universal. La decisión debe ser consciente y basada en el individuo—tanto humano como canino. En definitiva, la cama puede ser un espacio de conexión y confort, pero solo si se construye sobre una base de respeto mutuo y bienestar compartido.