El invierno puede ser una temporada difícil para nuestros perros, especialmente aquellos que pasan tiempo al aire libre.
A pesar de contar con pelaje, los climas extremos pueden poner en riesgo su bienestar, por lo que es vital asegurarse de que su casita esté debidamente aislada.
Aunque lo ideal es que tu perro duerma en el interior de la casa, en ocasiones no es posible.
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Para esos casos, la correcta aislación de su casa es esencial para evitar enfermedades como resfriados, hipotermia o dolores articulares.
Antes de comenzar el aislamiento, debes asegurarte de que la casita esté construida con los materiales adecuados.
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La madera es el mejor aislante natural contra el frío, mientras que el plástico y el metal no son eficaces en temperaturas extremas.
También es importante que la casa tenga un tamaño adecuado para que tu perro no quede expuesto al frío por el exceso de espacio, pero sin que se sienta incómodo.
¿Cómo aislar la casita de tu mascota?
Cubre el suelo. Coloca una alfombra gruesa, una manta térmica o espuma aislante, si es posible, utiliza una cama para perros calefaccionada.
Cubre las paredes. Instala láminas autoadhesivas de aislamiento térmico, paneles de madera o un cartón resistente forrado con tela para reforzar la barrera contra el frío.
Protege el techo. Cubre el techo con materiales impermeables como plástico o espuma aislante.
Cubre grietas. Utiliza silicona no tóxica para sellar cualquier grieta que permita el paso del frío.
Coloca una cortina. Instala una cortina en la entrada de la casa, con plástico grueso o tela aislante para bloquear el viento y mantener el calor, es importante que sea lo suficientemente flexible para que la mascota pueda entrar y salir sin dificultad.
Utilizar camas térmicas o elevadas, mantas gruesas o almohadillas eléctricas, pueden hacer una gran diferencia en el confort de tu perrito para mitigar el frío.
Además, es importante que la casita de tu mascota no esté expuesta al viento, la lluvia o la nieve, para ello, ubicarla contra una pared o bajo un tejado ayudará a resguardarla de las inclemencias del tiempo.