El gato herrumbroso (Prionailurus rubiginosus) ostenta el título del felino salvaje más pequeño del mundo. Este adorable animal, nativo de los bosques tropicales de la India y Sri Lanka, mide entre 35 y 48 cm de largo, con una cola que apenas alcanza los 20 cm. Su peso ronda entre 900 gramos y 1.5 kg, lo que lo convierte en casi la mitad del tamaño de un gato doméstico.
Su pelaje, como su nombre indica, presenta un tono grisáceo con manchas rojizas, y sus patas largas y delgadas le permiten trepar con gran agilidad. Es un hábil cazador nocturno que se alimenta principalmente de pequeños roedores, aves e insectos.
Un pequeño gigante en peligro
Lamentablemente, la supervivencia del gato herrumbroso se ve amenazada por la pérdida de su hábitat debido a la deforestación y la expansión urbana. Se estima que solo entre 10 mil y 20 mil ejemplares de esta especie habitan en estado salvaje, lo que lo coloca en la categoría de "en peligro de extinción" según la UICN.
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Un estilo de vida solitario
El gato herrumbroso es un animal solitario que solo se junta con otros gatos para reproducirse. La hembra da a luz a una o dos crías después de un período de gestación de alrededor de 65 días. Las crías alcanzan la madurez sexual a los 18 meses de edad y tienen una esperanza de vida de alrededor de 10 años en estado salvaje.
Es vital actuar para proteger al gato herrumbroso y su hábitat. Se están realizando esfuerzos de conservación para asegurar la supervivencia de esta pequeña maravilla de la naturaleza.