Todos hemos sufrido la muerte de uno o varios perros, pero no solamente nosotros sentimos esa pérdida, ya que también existe el duelo canino.
Este último se da cuando nuestras mascotas conviven y prácticamente se hacen compañía el uno al otro y de pronto, llega la ausencia.
Por su puesto que, al igual que nosotros, su compañero de cuatro patitas también lo va a sentir y sufrir, lo cual, se verá reflejado en su comportamiento.
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¿Existe el duelo canino tras la muerte de perros?
Tener mascotas en casa significa generar vínculos entre dueño y cachorro, pero, si tienes más de un perrito, también entre ellos se crea una unión.
Por ello, cuando uno de los cachorritos muere, el perrito que vive sí siente esa ausencia e incluso, presenta cambios en sus comportamiento.
Se llegó a esta conclusión después de realizar una encuesta a 426 personas, dueños de caninos, la cual, fue publicada en la revista Scientific Reports.
Cabe destacar que, diversos animales como los pájaros y elefantes sí han reflejado comportamientos de duelo, sin embargo, no estaba claro si los perros domésticos también se aflijen.
Te contaremos cuáles son los cambios conductuales y emocionales que podrían ser indicativos de duelos que muestran los caninos tras la pérdida de otro cachorrito del mismo hogar
¿Cuáles son las señales de duelo que presentan los cachorros?
De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Milán, se destacó que el 86 por ciento de los propietarios observaron cambios negativos en el comportamiento del perro superviviente.
Además, el 32 por ciento señaló que su perro duró entre dos y seis meses y el 25 por ciento, más de medio año, destacando que la convivencia de los cachorritos siempre fue amistosa.
Otros factores que los dueños detectaron de su perrito que sufrió la perdida de su amigo de cuatro patitas, fueron los siguientes:
- Búsqueda de más atención
- Jugaban menos
- Se volvían menos activos
- Dormían más y se volvían más temerosos
- Comían menos
- Aumentaron los lloriqueos y ladridos
Estas fueron las principales señales que reflejan que el duelo canino sí existe tras la muerte de perros que vivían en la misma casa.