RBFLOAT

Detectan la ráfaga de radio con más brillo que nunca y revela un secreto cósmico en la Osa Mayor”

Esto abre un nuevo debate entre los especialistas: ¿será que algunas FRB son únicas, generadas por eventos catastróficos como la fusión de estrellas de neutrones o explosiones estelares extremas?

Representación artística de CHIME/FRB y sus estabilizadores localizando FRB 20250316A/RBFLOAT.
Representación artística de CHIME/FRB y sus estabilizadores localizando FRB 20250316A/RBFLOAT.Créditos: EuropaPress
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Los estallidos rápidos de radio (FRB, por sus siglas en inglés) son uno de los grandes enigmas del universo, se definen como ráfagas ultrapotentes de energía que viajan miles de millones de años luz y duran apenas milisegundos. Esta vez, los astrónomos acaban de detectar el más brillante jamás registrado, al que ya bautizaron como RBFLOAT (Radio Burst Fastest and Brightest of All Time).

Lo más impresionante es que lograron rastrear su origen con una precisión nunca vista; una región en las afueras de la galaxia NGC 4141, ubicada en la constelación de la Osa Mayor, a unos 130 millones de años luz de distancia.

¿Qué hace especial a RBFLOAT?

El evento, técnicamente nombrado FRB 20250316A, fue captado el 16 de marzo de 2025 por el Experimento Canadiense de Mapeo de la Intensidad del Hidrógeno (CHIME), junto con versiones portátiles del radiotelescopio distribuidas en Canadá y Estados Unidos. Gracias a esta red, los investigadores aplicaron la técnica de interferometría de línea de base muy larga (VLBI), que les permitió ubicar la señal con una precisión casi quirúrgica: dentro de un área de apenas 45 años luz de diámetro.

Para dimensionar el logro, los astrónomos comparan esta hazaña con “ver una púa de guitarra desde 1,000 kilómetros de distancia”.

El destello duró solo una quinta parte de segundo, pero fue tan potente que eclipsó a todas las demás fuentes de radio de su galaxia anfitriona.

Una oportunidad cósmica única

El hallazgo fue casi un golpe de suerte. Según Mattias Lazda, estudiante de doctorado en la Universidad de Toronto y autor principal de dos estudios publicados en Astrophysical Journal Letters, un corte de energía en uno de los telescopios horas después del evento fue clave para confirmar la localización:

“Si el estallido hubiera ocurrido más tarde ese mismo día, lo habríamos perdido por completo”. Por su parte, Kiyoshi Masui, del MIT, subrayó la importancia del descubrimiento:

“Cósmicamente hablando, esta ráfaga está en nuestro vecindario. Eso nos da la oportunidad de estudiarla con un detalle exquisito”.

¿Se repiten las FRB o son únicas?

Una de las grandes incógnitas es si todas las FRB se repiten. La mayoría de las observadas hasta ahora muestran señales recurrentes, pero RBFLOAT no ha emitido ningún otro pulso en más de seis años de datos revisados por CHIME.