Seguro que en más de una ocasión has cargado tu celular sin quitarle la funda, simplemente porque es más práctico y cómodo hacerlo así. Las fundas, sin duda, son una excelente manera de proteger nuestros teléfonos de golpes y caídas, pero ¿alguna vez te has detenido a pensar si esa práctica podría afectar el proceso de carga?
Muchas veces, sin darnos cuenta, pequeños detalles como este pueden influir en el rendimiento de nuestro celular. No es algo que todos consideren, pero conocer qué sucede cuando dejamos la funda puesta mientras cargamos puede ayudarnos a cuidar mejor nuestro dispositivo a largo plazo. Por eso, te explicamos lo que debes tener en cuenta para evitar sorpresas y mantener tu equipo en las mejores condiciones.
Esto es lo que pasa si cargas tu celular con la funda puesta
Hace años, cuando la potencia de carga de los teléfonos era mucho menor, entre 10 y 18 W, la funda no influía tanto en el calentamiento del dispositivo. La batería no alcanzaba temperaturas que activaban los sistemas de protección, por lo que el proceso era más sencillo.
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Pero hoy en día, con cargas más rápidas y potentes, el calor puede ser un problema grave. Por eso, los teléfonos modernos cuentan con sensores que ajustan la velocidad de carga para mantener la temperatura en niveles seguros. Las baterías de litio funcionan bien hasta los 30 ºC y empiezan a degradarse más rápido si superan los 35 o 40 ºC.
Cuando la batería de un teléfono se calienta demasiado, especialmente por encima de los 40 ºC, su rendimiento empieza a disminuir poco a poco. Pues este calor extra hace que la batería pierda capacidad gradualmente, lo que se traduce en menos tiempo de uso entre cargas.
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Además, no solo la batería sufre, sino que otros componentes internos del teléfono también se ven afectados por ese aumento de temperatura. A la larga, esto puede hacer que el dispositivo envejezca antes de lo esperado.
¿Cómo cuidar la batería de tu celular?
Para cuidar mejor tu teléfono y asegurar que funcione bien por más tiempo, una buena práctica es retirar la funda cada vez que lo pongas a cargar. Al hacerlo, permite que el calor generado durante la carga se disperse con mayor facilidad, evitando que el dispositivo se sobrecaliente.
Esto no solo ayuda a mantener la batería en buen estado, sino que también protege los componentes internos del teléfono. Así, evitarás un desgaste acelerado y podrás disfrutar de un rendimiento óptimo por más tiempo. Con pequeños hábitos como este puedes marcar una gran diferencia en la vida útil de tu equipo, manteniéndolo más fresco y funcionando mejor.