Increíble, pero cierto: Pasar mucho tiempo con el celular en la mano mientras hacemos del baño puede traer fuertes y muy duras consecuencias, por lo que si tú eres de esos que cambiaron las revistas, los libros y los periódicos para poder así leer tus mensajes o navegar por Internet mientras haces tus necesidades, aquí te decimos todo lo que te podría pasar.
Así como lo leíste: Estas consecuencias les podrían pasar a quienes decidieron dejar de leer libros, revistas, periódicos y hasta las etiquetas del champú o de la pasta de dientes para entretenerse mientras hacen sus necesidades biológicas en el baño y decidieron ahora meter su celular para enviar o mandar mensajes o navegar por Internet.
Problemas cervicales y sicológicos por usar el celular
Según varios estudios, usar el celular mientras haces del baño puede conllevar a consecuencias de salud e incluso daños en la columna vertebral, pues una postura inadecuada, caracterizada por tener la cabeza inclinada hacia abajo para mirar el móvil, puede incrementar notablemente la carga en los músculos cervicales y lumbares.
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Ah, pero eso no es todo, pues el aumento de la tensión en esas zonas puede provocar también fatiga muscular y dolores que podrían acabar siendo crónicos, además de que sentarse en el inodoro intensifica el estrés sobre la columna lumbar en comparación con el acto de estar sentados en una silla normal. Por si fuera poco, a nivel sicológico puede también llevarte al aislamiento familiar.
Consecuencias de usar el celular al hacer del baño
Además de todo el tiempo desperdiciado al checar tus redes sociales y distintas plataformas, tener el celular en mano mientras haces del baño, según un estudio de la Universidad Acibadem de Estambul a 293 estudiantes, puede llevarte al estreñimiento hasta deficiencias en tu tránsito intestinal.
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Pero eso tampoco es todo, pues de acuerdo con otro estudio de la Universidad Yeni Yüzul de Estambul y la Universidad de Van Yüzüncü Yil, dicho hábito supone también un aumento de la presión en la zona anal, obstaculizando el retorno de la sangre por las venas a través de los vasos sanguíneos presentes en esa zona, que puede derivar en inflamaciones y una dilatación de las venas que, a largo plazo, puede causar la formación o empeoramiento de hemorroides.