Las cookies, esos pequeños archivos que las webs instalan en nuestro navegador, son la espada de doble filo de la navegación moderna. Si bien personalizan la experiencia, su acumulación sin control representa una puerta de entrada para ciberdelincuentes y lastra el rendimiento de nuestros dispositivos.
Eliminarlas periódicamente no es una opción, sino una necesidad de ciberseguridad básica. Te explicamos por qué y cómo hacerlo correctamente.
¿Qué son las cookies?
Cada vez que visitas una página web, es casi inevitable el encuentro con el ya familiar aviso: “Este sitio utiliza cookies”. Aceptamos, a veces sin mucha reflexión, para acceder rápidamente al contenido.
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Estas herramientas, diseñadas para recordar nuestras preferencias y agilizar la navegación, se acumulan silenciosamente en el navegador. Pero ¿qué sucede realmente si decidimos ignorarlas y nunca las eliminamos?
Expertos en tecnología y ciberseguridad advierten que las consecuencias van más allá de un simple historial abarrotado, tocando aspectos críticos de nuestra seguridad digital y la eficiencia de nuestros dispositivos.
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¿Cuál es el riesgo de no borrar las Cookies?
Las cookies son, en esencia, archivos de texto inofensivos que almacenan datos como credenciales de acceso, preferencias de idioma o artículos en un carrito de compras. Su función primaria es mejorar la experiencia del usuario, evitando que tengamos que iniciar sesión constantemente o reconfigurar un sitio web en cada visita.
Sin embargo, la falsa sensación de seguridad que generan es su mayor peligro. De acuerdo con análisis del laboratorio de Kaspersky, líder en ciberseguridad, estas pequeñas piezas de información pueden volverse vulnerables ante ciberdelincuentes y malware. Al no eliminarlas periódicamente, se crea un repositorio de datos sensibles al que, en caso de un ataque, los hackers podrían acceder. El riesgo no es la cookie en sí, sino la información que contiene y quién puede interceptarla.
¿Las Cookies afectan el rendimiento de mis dispositivos?
La ciberseguridad no es el único motivo para la limpieza regular. Un aspecto a menudo subestimado es el impacto técnico en nuestros dispositivos. Cada cookie ocupa un espacio mínimo, pero su acumulación durante meses o años satura la memoria del navegador y de las cuentas vinculadas.
El resultado es tangible: la navegación se vuelve más lenta, las páginas tardan más en cargar y el rendimiento general del navegador se vuelve deficiente. Limpiar las cookies es, en muchos sentidos, como liberar espacio de almacenamiento y memoria RAM para que el sistema opere con agilidad. Es un mantenimiento básico digital que devuelve la fluidez a nuestra experiencia online.
¿Cómo y cuándo eliminar tus Cookies?
Los especialistas de Kaspersky recomiendan eliminar las cookies al menos una vez al mes como práctica saludable. No obstante, antes de proceder, es crucial seguir estas recomendaciones para no perjudicar tu propia experiencia o seguridad durante el proceso:
- Evita Redes WiFi Públicas: Nunca realices esta limpieza (ni gestiones datos sensibles) conectado a una red abierta. Las búsquedas relacionadas con la eliminación podrían quedar expuestas.
- Selección Manual: En la configuración de tu navegador, revisa las opciones para borrar selectivamente. Puedes eliminar cookies de terceros (las más invasivas) y conservar, por ejemplo, las que mantienen tu sesión en sitios de confianza.
- Navegador Actualizado: Asegúrate de usar la última versión de tu navegador para que el proceso de eliminación sea eficaz y seguro.
- Prevención Primaria: No aceptes cookies de sitios web sospechosos. Verifica siempre la legitimidad de la página (HTTPS, dominio correcto) antes de interactuar.
Gestionar y eliminar periódicamente las cookies de Internet es un hábito digital esencial que protege tu privacidad y optimiza el rendimiento de tu navegador. No se trata de demonizar una herramienta útil, sino de ejercer un control proactivo sobre nuestra huella digital.
