El universo vuelve a sorprendernos con el cometa 3I/ATLAS (C/2025 N1), un objeto proveniente del espacio interestelar, que atraviesa el sistema solar a una velocidad superior a 68 kilómetros por segundo (unos 245 mil km/h), ofreciendo a la comunidad científica una oportunidad única para estudiar material que no se formó junto al Sol.
Descubierto el 1 de julio de 2025 por la red ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) desde Chile, este cometa es el tercer visitante interestelar confirmado en la historia, después de ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Su órbita hiperbólica demuestra que no pertenece a nuestro sistema solar, sino que proviene de los espacios más profundos de la galaxia, hacia los cuales regresará tras su breve paso.
Un viaje sin retorno y sin riesgo para la Tierra
Aunque su travesía ha captado la atención de astrónomos en todo el mundo, 3I/Atlas no representa ningún peligro para nuestro planeta. Su punto más cercano a la Tierra será de unos 270 millones de kilómetros, una distancia completamente segura.
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El cometa alcanzará su máxima aproximación al Sol (perihelio) cuando se sitúe a 210 millones de kilómetros, cerca de la órbita de Marte. En ese momento mostrará su mayor brillo y actividad, siendo visible con telescopios profesionales, aunque no a simple vista.
España, protagonista en la observación del 3I/ATLAS
La llegada del cometa ha impulsado una campaña mundial de observación coordinada por la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), bajo el amparo de la ONU, en colaboración con la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA).
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España juega un papel destacado gracias a la participación de la Agencia Espacial Española (AEE) y varios de sus principales observatorios, entre ellos:
- Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC)
- Parque Astronómico del Montsec
- Observatorio La Cañada
- Observatorio Paus
- Light Bridges SL
El IAC, desde los observatorios del Teide y Roque de los Muchachos, lidera la caracterización del cometa mediante telescopios como ATLAS-Teide, TST, TTT y el Gran Telescopio Canarias (GTC). Junto con la Universidad Complutense de Madrid, analiza su composición espectral para determinar su edad, origen galáctico y estructura química.
¿Qué aprendizaje astronómico nos deja el 3I/ATLAS?
El estudio de cometas interestelares como 3I/Atlas permite observar material primigenio que se formó en otros sistemas estelares, incluso antes que el Sol. Analizar su espectro ofrece información valiosa sobre cómo nacen los planetas y las estrellas, y sobre las diferencias entre regiones galácticas.
Según estimaciones iniciales, 3I/Atlas podría provenir de un sistema estelar más antiguo que el nuestro, formado hace miles de millones de años. Comprender su composición química y dinámica no solo revela pistas sobre su origen, sino también sobre la diversidad de mundos que existen más allá de nuestro vecindario solar.
Ciencia global para entender el cosmos
El seguimiento del cometa 3I/ATLAS demuestra el poder de la colaboración científica internacional y refuerza el papel de España en la investigación astronómica mundial. Cada visitante interestelar es una ventana al pasado cósmico, una pieza del rompecabezas sobre cómo se formó el universo.
En palabras simples, cada cometa como 3I/ATLAS es un mensajero del espacio profundo, trayendo consigo fragmentos de historia galáctica que, gracias al esfuerzo conjunto de científicos de todo el mundo, nos ayudan a entender de dónde venimos y hacia dónde podría ir el universo.