Cáncer de mama: Científicas de la UNAM desarrollan molécula que amplia esperanza de vida a pacientes

México ocupa el primer lugar con 31 mil 43 nuevos casos de cáncer de mama.

El cáncer de mama tiene la capacidad de invadir tejidos como el hígado, pulmón o hueso.
El cáncer de mama tiene la capacidad de invadir tejidos como el hígado, pulmón o hueso. Créditos: Cuarto oscuro
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Para tratar uno de los subtipos de cáncer de mama más agresivo, el “triple negativo”, Edda Sciutto y Gladis Fragoso, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, identificaron y caracterizaron la denominada molécula GK-1 como una opción terapéutica para dicha enfermedad.

El cáncer de mama tiene la capacidad de invadir tejidos de ese órgano, los aledaños (como los ganglios) y otros como el hígado, pulmón o hueso. A nivel mundial es el tumor maligno con mayor incidencia y mortalidad en mujeres. En México ocupa el primer lugar con 31 mil 43 nuevos casos y ocho mil 195 muertes en 2022, alertaron las investigadoras.

“En estudios preclínicos encontramos alta eficiencia y, en un rango alto de concentraciones, no detectamos efectos colaterales negativos (ni a nivel microscópico o macroscópico). Esto es alentador; estamos preparadas para comenzar la parte clínica”, explicó Sciutto.

La siguiente etapa se realizará con el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), donde ya se prepara el protocolo con el que, por primera vez, se abrirá la participación para probar el fármaco en personas con este tipo de cáncer.

“Si se demuestra su eficacia, nos ayudará a cambiar la vida de pacientes con mal pronóstico”, indicó Claudia Arce Salinas, jefa del Departamento de Oncología Médica en el INCAN y profesora de pregrado en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Hace 20 años, las inmunólogas Sciutto y Fragoso identificaron la molécula GK-1 (actualmente producida de forma sintética) al elaborar una vacuna contra la cisticercosis. Una década después, descubrieron que dicho péptido podía ser útil para el tratamiento del cáncer de mama. “Sin esperarlo, durante nuestras investigaciones vimos que presentaba capacidades adicionales a las protectoras contra la cisticercosis y le detectamos propiedades antitumorales (reduce el tamaño y volumen tumoral) y antimetastásicas (disminuye el número de macro y micrometástasis)”, explica Gladis Fragoso.

Ahora están por terminar el proceso de formulación para definir cómo la presentarán para inocularla (inyectarla) vía subcutánea a una persona.