La Tierra es una recurrente víctima de las tormentas geomagnéticas, y ahora, expertos detectaron recientemente la formación de llamaradas solares, que podrían impactar a nuestro planeta este mismo miércoles 24 de julio.
El pasado domingo, astrónomos del Observatorio de Dinámica Solar de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) captaron una erupción de plasma solar "oscuro".
Según pronósticos del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, se espera que la nube de plasma golpee nuestro planeta este miércoles y provoque "fluctuaciones en la red eléctrica".
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¿Qué son las tormentas geomagnéticas?
Las tormentas geomagnéticas, también conocidas como tormentas solares, son perturbaciones temporales en el campo magnético de la Tierra causadas por la interacción con partículas cargadas provenientes del Sol.
Estas partículas, liberadas en eventos como eyecciones de masa coronal (CME) o erupciones solares, viajan por el espacio e impactan la magnetosfera terrestre, alterando su comportamiento normal.
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¿Cómo se originan?
Las tormentas geomagnéticas se originan en la superficie del Sol, donde ocurren eventos como erupciones solares o eyecciones de masa coronal (CME). Estos eventos liberan una gran cantidad de partículas cargadas y radiación electromagnética al espacio.
Si estas partículas se dirigen hacia la Tierra, pueden interactuar con nuestro campo magnético y generar una tormenta geomagnética.
Efectos de la tormenta geomagnética de este 24 de julio
- Auroras boreales: Las auroras boreales, también conocidas como luces del norte, son un fenómeno visual espectacular causado por la interacción de las partículas cargadas del Sol con la atmósfera terrestre. Las tormentas geomagnéticas pueden intensificar las auroras boreales y hacerlas visibles en latitudes más bajas de lo normal.
- Interferencia en las comunicaciones: Las tormentas geomagnéticas pueden interferir con las señales de radio y GPS, lo que puede afectar las comunicaciones, la aviación y la navegación marítima.
- Daños en redes eléctricas: En casos extremos, las tormentas geomagnéticas pueden inducir corrientes eléctricas en las redes de energía, lo que puede provocar apagones y daños en la infraestructura eléctrica.