Júpiter es sin duda, uno de los planetas más fascinantes de nuestro Sistema Solar, y no solo se debe a su magnificencia o sus espectaculares Lunas, pues recientemente se ha descubierto que el gigante gaseoso ha cambiado algunos de sus colores, y eso se debe, en cierta medida a sus capas de cristales de amoniaco y otros componentes.
A principios de enero de este año, el Telescopio Espacial Hubble, logró descubrir algo impresionante sobre este planeta, pues pudo detectar que habían ciclones nuevos, al igual que nuevos colores en los ciclones que ya se conocían sobre este cuerpo celeste.
Es importante destacar que, la atmósfera de Júpiter es muy densa e impenetrable para las observaciones.
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Los cristales de amoniaco en la atmósfera de Júpiter
La atmósfera de Júpiter tiene algo en particular, pues se caracteriza por poseer bandas de manera horizontal.
Estas bandas atmosféricas están compuestas principalmente por cristales de amoníaco congelados, que también contienen carbono y azufre.
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¿Por qué Júpiter tiene ciclones?
Cada banda gira en dirección opuesta a la de las bandas vecinas con velocidades que incluso superan los 600 km/h. Este veloz movimiento es el que da origen a los ciclones y anticiclones que se forman en los bordes de estas bandas.
De acuerdo con plataforma Meteored, el ciclón más grande y famoso es la "gran mancha roja", un vórtice de 25 mil por 12 mil km.
"Esta estructura ciclónica ha estado presente constantemente desde que Júpiter fue observado por primera vez con los primeros telescopios (hace unos 3 siglos)".
Por otra parte, la próxima misión Europa Clipper de la NASA estará en condiciones de identificar vida en granos de hielo emitidos por la luna Europa de Júpiter, si es que existe. Los océanos cubiertos de hielo de algunas de las lunas que orbitan alrededor de Saturno y Júpiter son los principales candidatos en la búsqueda de vida fuera de la Tierra.