La integración de herramientas de inteligencia artificial (IA) en la vida diaria ha generado discusiones y preocupaciones, especialmente en entornos educativos. Sin embargo, un reciente estudio realizado por la Universidad de Stanford arrojó luz sobre el impacto de la IA, desmintiendo temores específicos relacionados con el uso de ChatGPT, una herramienta destacada en la lista de los científicos más importantes del año según Nature.
La investigación, llevada a cabo mediante una encuesta anónima en 40 institutos estadounidenses, reveló que entre el 60 y 70% de los estudiantes admitió haber hecho trampas en algún momento. Aunque este porcentaje pueda parecer elevado, resulta sorprendentemente consistente o incluso menor que antes de la introducción de ChatGPT. Los resultados sugieren que, al menos por ahora, el uso de esta IA no se asocia significativamente con prácticas deshonestas en el ámbito escolar.
Victor Lee, supervisor del estudio y especialista en IA y educación, señaló que no existen indicios que sugieran que los estudiantes utilicen ChatGPT u otras herramientas de IA para facilitar sus tareas escolares de manera deshonesta. Denise Pope, otra de las responsables del estudio, destacó que "el estudio muestra que la mayoría de los estudiantes realmente quiere aprender y ve la IA como una manera de ayudarles, no como una herramienta para 'hacer los deberes' y ahorrar tiempo mientras completan esas tareas".
Uno de los aspectos interesantes revelados por las encuestas es la percepción de los estudiantes sobre la utilidad de la IA al comenzar un trabajo. Muchos consideran que la IA puede ser beneficiosa para buscar nuevos enfoques o ideas que luego desarrollarán en sus redacciones o proyectos estudiantiles. Esto refleja una actitud positiva hacia la integración de la IA como una herramienta de apoyo educativo, en lugar de una vía rápida para completar tareas sin esfuerzo.
El estudio de Stanford ofrece una perspectiva alentadora sobre la relación entre los estudiantes y la IA en el entorno educativo, subrayando la importancia de comprender cómo estas herramientas pueden ser aprovechadas de manera ética y constructiva en el proceso de aprendizaje.